Prevenir el suicidio con el móvil: «La acción terapéutica es más precoz»

El Hospital 12 de Octubre ha desarrollado una aplicación para monitorizar la conducta de los pacientes en internet

Cuatro de la mañana. Un hombre de mediana edad consulta de nuevo en Google «cómo morir sin dolor». Es la décima vez que lo hace a lo largo del día, señal de que algo no va como debería en su recuperación. Las búsquedas que realizan en internet los pacientes con trastornos psiquiátricos pueden ser un signo de alarma para los profesionales sanitarios, que demandan una herramienta para tomar medidas preventivas frente a un episodio psicótico o una conducta suicida .

La Comunidad de Madrid, a través del Grupo de Cognición y Psicosis del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre y en colaboración con la empresa Yslandia, ha desarrollado una innovadora aplicación informática, apta para ordenadores, móviles y tabletas; capaz de detectar las búsquedas que realizan pacientes con trastornos de psicosis en Internet y redes sociales sobre ideas delirantes y suicidio.

Roberto Rodríguez-Jiménez, jefe de Sección de Psiquiatría del Hospital Universitario 12 de Octubre e investigador principal del proyecto; detalla a Redacción Médica en qué consiste la aplicación informática. «El propio paciente es quien se lo instala y desinstala voluntariamente con absoluta facilidad. Lo que hace esta herramienta es recoger información de la conducta que los pacientes tienen en internet; tanto a nivel de tipo cuantitativo -para saber, por ejemplo, cuántas horas está conectado al día-; como a nivel cualitativo, para conocer, por ejemplo, qué tipo de búsquedas hace«.

Buscar información sobre vigilancia o extraterrestres

Según explica el médico, es posible que «el paciente busque palabras neutras como nombres de 


plantas. Pero también que haga búsqueda de palabras que pueden tener relación con contenidos delirantes como ‘teoría de la conspiración’, ‘envenenamiento’, ‘vigilancia’; o términos relacionados con ideas suicidas como ‘fármacos letales’ o ‘cómo morir sin dolor'», ejemplifica  Rodríguez-Jiménez, que añade: «También se estudia, por ejemplo, que un día escriba 20 mensajes en una red social y al día siguiente solo dos». 

El sistema, además de este tipo de búsquedas, detecta cambios de comportamientos en los pacientes. Por ejemplo, «que pase de estar dos horas al día en internet a estar siete», explica el especialista. Gracias a la aplicación, que se ha desarrollado de forma conjunta entre expertos en programación e investigadores clínicos, «se informa a tiempo real a su médico a través de correo electrónico o Whatsapp»

Respuesta inmediata ante riesgo de suicidio

Estos avisos combaten, por ejemplo, «un riesgo de suicidio alto».«Lo que queremos ver en este periodo de estudio piloto es cómo se relacionan las conductas de estos pacientes en internet, con su evolución clínica. Así, si vemos un cambio brusco en el número de horas que pasan navegando, nos puede estar indicando algo», detalla Rodríguez-Jiménez. 

«Buscar una vez al día el término ‘vigilancia’ no es peligroso, pero si lo buscas diez veces, u otros 


términos como “cámaras”, puede saltar una alarma. Lo importante es la inmediatez, es decir, no tener que esperar equis días a que el paciente venga a la consulta cuando está citado», añade.

Cuando va a consulta, el médico le puede preguntar si piensa que le vigilan o persigen; o si siente que alguien quiere hacerle daño, pone de ejemplo el especialista. «La acción terapéutica es mucho más precoz y eficiente. Además, tiene un carácter preventivo para evitar el desarrollo de conductas suicidias o episodios psicóticos».

Lo normal, explica el psiquiatra, es llamar al paciente y adelantarle la cita. «Si eso no es efectivo, lo habitual es intentar contactar con algún familiar para que acompañe al paciente. Lo fundamental es que el médico pueda verle, ajustarle la medicación y evitar que el episodio vaya a mayores. Generalmente cuando se ha establecido una buena alianza terapéutica, cuando le dices al paciente que venga para hablar, viene y le puedes ajustar el tratamiento mucho mejor«, detalla.

Privacidad y autonomía

El proyecto, señala el médico del Hospital Universitario 12 de Octubre, se desarrolla respetando «la autonomía y la privacidad» del paciente: «No es una medida coercitiva ni de vigilancia. Es una medida de apoyo», explica.

Se ha puesto en marcha con pacientes de la Unidad de primeros episodios psicóticos y estadíos 


iniciales del propio hospital. «El proyecto piloto consta de 30 pacientes. Tras el verano se comenzó la fase de reclutamiento y ya tenemos a cinco o seis pacientes con esta herramienta instalada. El seguimiento planteado es de seis meses», detalla el experto.

En este periodo se procesarán datos de patrones de uso, palabras clave y otras variables relacionadas con la navegación en la red, detectadas por la extensión desarrollada. Además, se realizarán análisis mensuales por evaluadores clínicos que no conocerán los datos aportados por la aplicación hasta finalizar el estudio y, así, poder establecer una relación entre ellos.
En opinión del especialista, no es «especialmente difícil» que el paciente se instale la aplicación «si tiene una buena alianza terapéutica y está implicado en la toma de decisiones de su tratamiento». Además, se enmarca dentro de una atención global en la que participan psiquiatras, psicólogos  y enfermeras; en la que existen tratamientos farmacológicos, psicoterapéuticos, individuales, grupales o con las propias familias. 

«Esta herramienta de seguimiento de forma aislada no tiene utilidad, pero dentro de un programa asistencial completo es donde va a tener una función de complemento», confía Roberto Rodríguez-Jiménez. 

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