Edurne Pasabán, Jesús Rollán, Xava Jiménez, Marco Pantani o Yago Lamela han sido algunos deportistas que sucumbieron por culpa de esta enfermedad
Dicen que el deportista cuando se retira tiene la vida solucionada, una falacia. Muchas figuras importantes del deporte se han visto con deudas o con depresiones tremendas de las que no pueden salir y ven cómo su vida de luces y dinero termina siendo en sombras y, a veces, en un completo infierno.
Algunos no ven otra solución que el suicidio. Pasan de ser la referencia en el deporte a no aparecer en los medios. Aunque hay otros, que aún sin retirarse, no son capaces de afrontar su vida deportiva con ciertas situaciones íntimas. Uno de estos casos fue el de la alpinista Edurne Pasaban, quien explicó la frágil situación que vivió en el año 2006 cuando estuvo a punto de quitarse la vida.
“Tras pasar un mes en un hospital psiquiátrico, un día caí en lo más profundo del pozo. Un día me sentí sola, tan desgraciada, me desgarraba una desesperación tan intensa que quise terminar con todo. Cogí los frascos de antidepresivos, volqué en el hueco de mi mano la máxima cantidad que pude y me los tragué, mientras, de la manera más torpe posible, intentaba cortarme las venas de la mano izquierda”, narraba.
“Acto seguido, muy rápidamente, antes de que las pastillas me hicieran efecto (puesto que mi muñeca apenas sangraba) tuve tanto miedo que llamé de inmediato al teléfono de urgencias”, añadió.
La retirada supone un punto de inflexión para todo deportista, un cambio radical en sus vidas, que a veces no saben como gestionar para superarlo.
Kelly Catlin: el caso más reciente
Ha sido una figura referente en el ciclismo estadounidense en los últimos años. Kelly Catlin, de 23 años, se quitó la vida el pasado viernes en su casa de California. En la carta enviada al medio Velo News, el padre de la joven deportista, Mark Catlin, dijo que la familia estaba “sufriendo un dolor increíble”.
“No pasa un minuto sin que piense en ella y en la vida maravillosa que podía haber tenido. No pasa un segundo en que no pensemos que daríamos nuestras vidas a cambio de la de ella”, escribió el padre.
En una entrevista reciente que dio Catlin para Velo News, la ciclista aseguró que le costaba compaginar todas sus actividades, por lo que era importante saber “reconocer” los limites de cada y uno aprender a “pedir ayuda cuando lo necesitas”, argumentaba.
“La verdad es que, la mayoría de las veces, no consigo que las cosas funcionen. Es como hacer malabares con cuchillos; la verdad es que se me están cayendo muchos, lo que pasa es que la mayoría caen al suelo y no sobre mí”, explicó.
Los suicidios que enmudecieron Italia
El 30 de mayo de 1994, Agostino Di Bartolomei ex de la Roma y conocido como ‘Il Capitano’, se disparó en el corazón. El suceso conmocionó al mundo de fútbol y en especial al deporte italiano.
Romano de corazón, tras ser rechazado por la propia Roma años atrás, algo que hizo que terminara jugando para el Milán, los tiffosi del conjunto italiano se sintieron culpables y le despidieron con la siguiente esquela: “Niente parole… solo un posto in fondo al cuore. Ciao, Ago” (Sin palabras… solo un lugar en el fondo del corazón).
Uno de los rumores que circulaba es que cuando se retiró del fútbol quiso pertenecer al staff técnico de la Roma, pero nunca recibió ninguna llamada, algo que quizás le catapultó hacia una muerte prematura.
Diez años después, en 2004, los aficionados italianos se quedaron sin uno de sus referentes en el ciclismo. Un día de San Valentín (14 de febrero) Marco Pantani apareció muerto en la habitación del hotel donde se hospedaba. La principal hipótesis apuntó a que fue un suicidio producto de una sobredosis de cocaína.
“El Pirata”, como se le conocía, en 1999 dio positivo por EPO (eritropoyetina) cuando iba a camino de su segundo Giro de Italia consecutivo. Esto dio un vuelco en su carrera y la puso cuesta abajo hasta que llegó el día de su muerte. El fallecimiento de Pantani siempre estuvo asociado con la Camorra italiana, por lo que todavía es un misterio, si fue un suicidio o un ajuste de cuentas.
El suicidio de Robert Enke
El año 2009 el fútbol alemán sufrió un duro golpe cuando el portero de fútbol Robert Enke, conocido en España por haber sido guardameta del Tenerife y del FC Barcelona, se suicidó arrojándose a las vías del tren en un paso a nivel situado en la localidad de Neustadt am Rübenberge. Tenía 32 años y militaba en las filas del Hannover 96 de la Bundesliga alemana.
Después de la autopsia se supo que Enke sufría trastornos depresivos de los que no quería hablar, ya que entendía que eso podía perjudicar su carrera deportiva. Además, tenía mucho miedo de que le quitaran a su hija adoptiva. Una serie de causas que llevaron a Enke a suicidarse.
Casos españoles
El ciclista José María “El Chava” Jiménez Sastre, el waterpolista Jesús Rollán, el atleta Yago Lamela y el boxeador José Manuel Urtain fueron algunos de los nombres que coparon portadas debido a sus muertes. Todos ellos tocaron la cima en sus respectivas disciplinas, pero las depresiones y las deudas acabaron arrojándolos a una muerte prematura.
José María Jiménez Sastre, alias “El Chava”, fue uno de los mayores talentos que dio el ciclismo español con varias victorias en la Vuelta a España. El corredor, originario de Ávila, era uno de los mejores escaladores, pero fue su retirada la que trastocó completamente su vida.
“El Chava” entró en una profunda depresión, lo que le provocó una embolia que acabó con su vida en el año 2003. El cuerpo del ciclista fue encontrado en su casa de Madrid. Tenía 32 años y sólo llevaba un año retirado.
Otro caso fue el de Jesús Rollán, uno de los grandes porteros de la historia del waterpolo español. El barcelonés fue uno de los grandes talentos de la década de los 90 y fue una figura clave en la Selección Española que logró el oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996.
Al igual que otros no pudo superar la retirada y, cuentan las malas lenguas, que la Infanta Cristina eligió a Iñaki Urdangarín en vez de a Jesús, algo que le afectó demasiado al waterpolista. La retirada sumada a una adicción a las drogas le hizo caer al exguardameta en una profunda depresión que acabó con su vida en 2006, a los 38 años, sólo dos años después de despedirse del waterpolo.
En 2014 el mundo del atletismo quedó conmocionado con la muerte del que fuera su mejor saltador. Yago Lamela, medalla de plata en los mundiales de Sevilla en 1999 y que pasó a los anales de la historia del deporte por su salto histórico de 8,56, falleció a causa de un infarto.
Tras dejar las pistas, Lamela, como tantos, entró en una profunda crisis que desembocó en una depresión. Intentó superar el vacío que le había dejado la retirada del atletismo en otras actividades como ser piloto de helicópteros, pero la muerte llamó a su puerta cuando sólo tenía 36 años.
El boxeo español sufrió un varapalo en 1992 cuando el púgil José Manuel Urtain se suicidó. Fue uno de los mejores boxeadores españoles de la historia ganando 56 peleas. El vasco peleó en seis ocasiones por el título europeo, el cual levantó tres veces.
Un 21 de julio de 1992, Urtain, acuciado por las deudas y sin el respaldo de su mujer e hijo decidió suicidarse arrojándose por el balcón del piso donde vivía. Urtain dejó un legado a otros deportistas, al igual que los anteriores mencionados.
Muchos de ellos fueron símbolos de lucha en el mundo del deporte, pero con lo que no pudieron luchar fue con ellos mismos.