Los centros educativos de la Comunidad incorporarán a sus planes de convivencia un protocolo para la prevención, detección y abordaje del riesgo suicida en el ámbito escolar. El documento, que será de obligada implementación en cada uno de los centros de la red gallega, estará listo antes de fin de año y su seguimiento correrá a cargo del Consello para a Convivencia Escolar, según apuntó ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña. La nueva herramienta forma parte de 37 medidas contempladas por la Administración autonómica en el Plan de Prevención del Suicidio en Galicia, presentado ayer al Parlamento gallego por el titular de Sanidade una vez concluidos los trabajos que, desde julio de 2016, implicaron a distintas consellerías, colegios profesionales, sociedades científicas y asociaciones de familiares y personas con enfermedad mental. Un documento con el que la Xunta, afirmó Almuíña, busca mejorar la coordinación entre departamentos con el fin último de reducir la prevalencia del suicidio y al que la oposición afea la ausencia de compromisos presupuestarios: «El plan llega tarde y llega mal», sostuvo el portavoz de Sanidade del grupo socialista, Julio Torrado, calificando la propuesta como un plan de «cartón piedra».
Junto a las actuaciones coordinadas con las instituciones educativas, Almuíña desgranó algunas de las medidas previstas en el ámbito sanitario, subrayando la creación en los sistemas de información sanitaria de un código de identificación de pacientes en riesgo de suicidio, justificado, señaló, en la evidencia de que el principal factor de riesgo para una muerte por suicidio es la existencia de una conducta previa. El código, incidió, permitirá corregir debilidades actuales en los sistemas que provocan que pacientes atendidos en los servicios de urgencias sean dados de alta con diagnósticos diferentes que no permiten un correcto seguimiento posterior.