El Cunqueiro atiende ahora el triple de intentos de suicidio que antes del covid

El hospital crea una unidad para tratar estos casos y disminuir las muertes

Todavía no está claro qué impacto tendrá la pandemia de covid-19 en la salud mental. Pero los profesionales de este campo ya están notando desde hace meses que los problemas aumentan. Un dato que deja claro el porqué de esa preocupación es que las urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro han atendido tres veces más intentos de suicidio que en el 2019, antes de la pandemia, según el jefe del servicio de psiquiatría, José Manuel Olivares. «Y probablemente me quedo corto», avisa.

 

Porque, dice el responsable del área de salud mental, «está lo que vemos y también lo que no vemos». No todo lo relacionado con el suicidio llega al hospital. Es un problema complejo del que no existen datos certeros. En el hospital atienden a diario varios intentos, pero saben que no todos llegan a urgencias.

Olivares apunta a que han visto más casos en gente joven. «No es que sea masivo, pero sí empieza a ser frecuente y llama la atención». El psiquiatra dice que esto no es exclusivo de Vigo, pero aquí han constatado que pasa. El Cunqueiro es el centro de referencia para estos casos en todo el sur de la provincia. Y es posible que el fenómeno siga creciendo, ya que la crisis económica aparejada al covid de momento se ha ido conteniendo, gracias a los ERTE y también a los ahorros de las familias. Pero los psiquiatras no son optimistas sobre la situación, pues cada vez que hay una crisis económica la salud mental empeora masivamente.

No todos los intentos de suicidio son iguales. «Pero la buena práctica dice que hay que tomarse todo aviso en serio», expone Olivares.

Que no haya datos hace que el problema sea más difícil de combatir. El equipo de psiquiatría está intentando contar con una base de datos de conductas suicidas. Es un reto también desde el punto de vista legal, ya que tiene que garantizar especialmente la privacidad.

Esta iniciativa forma parte del plan para atención al suicidio que el área de salud mental está poniendo en marcha. Una parte fundamental de ese plan es la unidad de prevención del suicidio, que empezó a funcionar ayer. Se trata de un equipo de un psiquiatra, un psicólogo y dos enfermeras. Intervendrán en los casos más graves para hacer terapia (psicoterapia y tratamiento farmacológica) individual y grupal, con hasta 80 personas cada año.

Para esto, se ha creado una vía rápida, que es un sistema para que cualquier médico de familia pueda pedir una consulta sin apenas espera para los pacientes de los que se sospeche que pueden cometer el suicidio. El compromiso es que un psiquiatra atienda estos casos en menos de siete días. Olivares explica que revisarán todas las peticiones, para que la unidad antisuicidios atienda los casos más graves, mientras que otros se podrán derivar a las consultas de psiquiatría en las unidades de salud mental -los ambulatorios de este ámbito- o en atención primaria.

Los datos dicen que la mayoría de las personas que se quitan la vida tienen una patología mental que es tratable o atraviesan una situación sobre la cual se puede intervenir. Se considera que tienen mayor riesgo las personas que sufren una depresión mayor, trastornos ansiosos y obsesivos, bipolares, esquizofrenia, delirios, trastornos de la conducta alimentaria y toros. Según el Sergas, hay más suicidios entre los hombres y mayor número de intentos entre las mujeres. Hay una veintena de tentativas por cada suicidio.

«Lo que nos preocupa es que las personas que intentan suicidarse entren en el sistema como sea», dice el jefe de psiquiatría. Así, podrán intervenir para intentar reducir ese riesgo y reducir las muertes.

La voz de Galicia