Orden de detención contra el acusado de maltratar e inducir al suicidio a la ponferradina Sara Calleja

Un juzgado de León ordena detener a Christian C., residente en Belgica, para que comparezca en dos causas pendientes

El juzgado de lo Penal número 2 de León ordenó el pasado lunes la detención del belga Christian C., el hombre acusado de maltratar e inducir al suicidio a la ponferradina Sara Calleja, que se quitó la vida en Ibiza en julio de 2015. Christian C. estaba citado el mismo lunes por este juzgado para la celebración de dos juicios, ambos por amenazas y coacciones a través de los mensajes que el acusado envió a la difunta a lo largo de los años 2013 y 2014, cuando  la justicia ya había dictado órdenes de alejamiento y de prohibición de comunicación.

Según explicaron fuentes jurídicas a El Diario de Ibiza,  el ministerio público reclama para el belga penas inferiores a dos años de prisión en ambos juicios por coacciones y amenazas y, en consecuencia, las vistas se podrían haber llevado a cabo sin la presencia del acusado. Sin embargo, la acusación particular, que ejerce la familia de Calleja, reclama penas de prisión de más de dos años, ya que acusan al belga por coacciones, amenazas e inducción al suicidio. La acusación particular reclamó ayer en el juzgado leonés la comparecencia del belga, cuya ausencia justificó su abogado con un informe psiquiátrico que, al parecer, advierte de que el acusado se encuentra en tratamiento y hospitalizado. Finalmente, el juzgado decidió pedir la detención de Christian C. a través de una comisión rogatoria.

Sara Calleja nació en Ponferrada en 1963 pero posteriormente se trasladó a vivir a León, donde se casó muy joven y tuvo dos hijos, a los que representa la acusación particular del caso. Tras su divorcio, en el 2010 inició un relación con Christian C., trasladándose a Bruselas a vivir con él al haberse quedado sin trabajo y decidida a ejercer profesionalmente la que hasta entonces era una afición, la pintura (heredada de su madre, también ponferradina). Tras una tiempo y  supuestos maltratos, ella rompió la relación y regresó a León, donde presuntamente sufrió un intenso acoso, con 19 denuncias de por medio, una orden de alejamiento y prisión preventiva de nueve meses para Christian C.  (fue condenado en 2014 por amenazas en el ámbito familiar tras establcer comunicación a través de internet con Calleja pese a que tenía prohibido comunicarse con ella). Con posterioridad, Sara Calleja se trasladó a Ibiza, a casa de su hija, donde finalmente se suicidó, tirándose por la ventana.

A finales del año pasado, Christian C. fue absuelto de una de las causas que se siguen contra él en León y en la que la Fiscalía pedía dos años de cárcel. Entonces la jueza consideró que su responsabilidad criminal estaba extinguida, puesto que ya había sido juzgado y condenado por esos hechos.

Por el contrario, en el procedimiento abierto en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ibiza,  Christian C. se enfrenta por el momento a siete años de prisión que reclama la Fiscalía por el acoso al que, supuestamente, sometió a Calleja durante el tiempo que ella vivió en la isla, de diciembre de 2014 hasta que se quitó la vida siete meses después.

En Ibiza el belga está acusado por tres delitos: uno de maltrato psíquico habitual y otros dos continuados de coacciones y quebrantamiento de condena. El ministerio público sostiene que el acusado envió hasta 12 paquetes postales a su víctima, la telefoneaba, le envía mensajes de móvil y correos electrónicos y hacía comentarios en redes sociales, lo que generó una situación de acoso “constante, incesante y persistente” en ella, que derivó en una depresión y su suicidio.

EL BIERZO DIGITAL

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