¿Qué hacer ante un intento de suicidio?

Expertos ofrecen estrategias para que cualquier persona sepa actuar ante una crisis en la que alguien amenaza con quitarse la vida

suicidio

Acercarse progresivamente a la persona que se quiere suicidar, presentarse, hablar pausadamente, establecer contacto visual y mantenerlo, practicar una escucha activa, no juzgar y tratar de negociar una demora. Estos consejos básicos pueden salvar una vida en una situación crítica, según explicaron los profesores de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante Laura Asensi y Miguel Díez, que ayer hablaron de las estrategias básicas de actuación en una intervención en crisis de suicidio dentro del curso destinado a policías nacionales y estudiantes de la Facultad de Derecho, así como a personas interesadas en incidentes críticos.

En la Comunidad Valenciana un total de 336 personas se quitaron la vida en 2016, últimos datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 3.569 que tomaron esta decisión en el conjunto de España. Estas alarmantes cifras han propiciado que incluso la Conselleria de Sanidad haya emprendido por primera vez una campaña para tratar de reducirlas y de ir rompiendo el tabú que rodea al suicidio. Una decisión que aplauden estos expertos porque conocer los factores de riesgo es el primer paso para evitarlos. Además, abogan por la formación de personal sanitario, maestros y cuerpos y fuerzas de seguridad para que sepan detectar estos factores como medida de prevención. Estos factores van desde el acoso escolar en niños y adolescentes hasta problemas sociolaborales, afectivos, de adicciones o de enfermedad. De hecho, indicaron que la causa en la inmensa mayoría de los casos es multifactorial y que cada suicidio es único, en el sentido de que no existe un patrón de conducta. No obstante, lo que pusieron sobre la mesa ayer fue cómo actuar cuando una persona se encuentra a un potencial suicida para asegurar su supervivencia.

Objetivos

El objetivo de la intervención es, al menos, evitar que se consume en ese momento porque ya se habrá abierto una puerta a la esperanza pese a que las estadísticas dicen que quien lo intenta una vez repite este intento dentro del mes siguiente.

Para Asensi y Díez, el suicidio «no es una elección, no es como la eutanasia, sino que se trata de una crisis personal, de problemas que pueden tener solución pero que la persona por las distorsiones cognitivas no lo ve así». «La mayoría no desea morir, lo que no quiere es vivir en las condiciones en las que siente que lo hace» .

La persona que entra en contacto con alguien que amenaza con quitarse la vida debe conectar mediante la empatía cognitiva o emocional con él, escucharle, invitarle a verbalizar sus sentimientos y tratar de legitimarlos para después ofrecerle ejemplos de vida y no consejos vacíos del tipo «no te preocupes, que todo va a salir bien». Se trata de sacarle del túnel único que ve en ese momento y que se plantee otras alternativas posibles a la muerte. También hay que tener presente que aunque manifieste su deseo de estar solo no es un real, sino que en realidad quiere a alguien que le escuche y le comprenda.

Falsos mitos

Durante su exposición también quisieron desterrar falsos mitos que rodean al suicidio. Es mentira que quien avisa de que se va a suicidar no lo vaya a hacer. Con depresión el riesgo es 20 veces superior a tener una tentativa de suicidio, pero no todas las personas que se suicidan están deprimidas. Y se suicidan más hombres que mujeres, aunque las tentativas son más habituales en ellas.

Responsabilidad

Si pese a seguir estas técnicas la persona consuma su acción «hay que tener claro que la responsabilidad no es nuestra», recuerdan.

Artículo original aquí

Deja una respuesta