El suicidio, una epidemia silenciosa

Cada día una persona se quita la vida en Galicia por sufrimiento emocional extremo – Los especialistas reclaman más medidas para prevenir la conducta suicida

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo y cada 3 otra lo intenta, lo que convierte el suicidio en una epidemia global y en un problema de salud pública. En España, es la primera causa de muerte externa. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 en España 3.569 personas se suicidaron -2.662 hombres y 907 mujeres-, lo que supone casi diez muertes al día por esta causa. Galicia, con 8,75 suicidios por cada 100.000 habitantes, es la segunda comunidad con una tasa mayor de suicidio, solo por detrás de Asturias (8,75 casos por cada 100.000 habitantes). Según el INE, en 2016 se declararon 338 suicidios en la comunidad gallega -235 hombres y 103 mujeres-, casi uno diario.

Sin embargo, este problema permanece en la sombra hasta que algún personaje famoso fallece por suicidio. La muerte de cuatro celebridades de ámbitos distintos -Inés Zorreguieta, hermana de la reina Máxima de Holanda; Kate Spade, diseñadora de moda; Anthony Burdain, chef y periodistas gastronómico, y Jackson Odell, actor- en la primera semana de este mes ha situado el foco en el problema y ha hecho que muchas personas se pregunten qué está sucediendo y, lo que es más importante, qué se puede hacer para reducir unas cifras que, por el contrario, van en aumento. Se da la circunstancia, además, de que Inés Zorreguieta había realizado su tesis precisamente sobre el tema del suicidio, en la que analizaba las causas del suicidio en las mujeres, lo que hace más impactante, si cabe, su muerte.

«La desesperanza está siempre en la base de toda conducta suicida, cuando la persona tiene la idea de que haga lo que haga va a ser igual de insufrible. Este es el disparador para pasar al acto. ¿Qué lleva a la desesperanza? Nunca es una sola cosa, pero detrás del suicidio siempre hay un sufrimiento emocional muy fuerte debido a una situación que nos hace sufrir o a una enfermedad crónica con dolor no controlado», afirma Delia Guitián, psicóloga clínica, miembro del Movimento Galego de Saúde Mental (MGSM) y una de las autoras de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida del Servicio Nacional de Salud.

En esta guía, los especialistas destacan la importancia de adoptar medidas y de desarrollar estrategias encaminadas a la disminución de la conducta suicida, que han de comenzar. según Guitián, en la edad infantil. «Hay que dotar a la persona de herramientas para que sea capaz de afrontar las situaciones que nos hacen sufrir. También es importante que cuando se trate este tema, quien pueda sentirse identificado sepa que tiene alternativas, que puede llamar a los servicios de emergencias o hablar con su familia; que no está solo», explica la psicóloga clínica.

Según Guitián, la proporción de suicidios por sexos en los países occidentales es de 4 hombres por cada mujer, aunque estas tienen más tentativas. Aunque el método empleado es también distinto, el más habitual en ambos sexos es el ahorcamiento. «Las mujeres suelen recurrir a métodos más ocultos, como las pastillas, mientras que los hombres tiene tendencias más violentas, como las armas de fuego», dice.

Hay dos grupos especialmente vulnerables. Uno es el de los adolescentes. «La adolescencia es una etapa de gran cambio, donde todo lo emocional se vive con una intensidad inmensa, por lo que es más fácil el paso al acto», explica. El otro son los mayores. «Estos últimos años lo que hemos visto en Galicia es que la franja de mayores se ha desplazado a una edad más temprana. Sin antes hablábamos de personas por encima de los 70 o 80 años, hoy cobra una especial relevancia la franja de edad de 55-70 años, y especialmente varones», detalla. La situación económica parece estar detrás de este cambio. «Es una parte de la población que está sufriendo de lleno la crisis, parados de larga duración con pocas expectativas de futuro y que además eran los cabeza de familia, los que velaban por la familia y que, de repente, no pueden seguir haciéndolo», detalla.

Con el fin de prevenir el suicidio y disminuir el sufrimiento de las personas, la Xunta aprobó recientemente el Plan de Prevención del Suicidio en Galicia. «Es un plan mejorable, pero es que tampoco se está llevando a cabo porque no se le ha dotado de recursos ni de fondos», se lamenta la integrante del MGSM

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