s un día como cualquier otro en una ciudad provincial en el centro de Rusia. Una adolescente de 12 años se prepara para ir al colegio. De pronto suena su celular. Un minuto después sale diciendo a sus padres que se encontrará con una compañera e irán juntas al liceo.
Pasan las horas y cuando su madre va a buscarla al colegio no la encuentra. Nadie ha visto a la joven. La madre recibe una llamada y puede ver por el sonido que es el celular de su hija. «¿Donde estás, querida?», pregunta aliviada.
«No es su hija», responde una voz extraña. «Soy un médico del servicio de emergencia. Su hija está muerta». La adolescente se había quitado la vida