El Ayuntamiento de Salamanca y la Asociación del Teléfono de la Esperanza colaboran para crear un protocolo que aborde el suicidio.
El grado de sufirmiento y dolor emocional que sufren algunas personas les lleva a no querer seguir viviendo. Así lo aseguran desde la sede del Teléfono de la Esperanza donde se reciben más de una veintena de llamadas diarias, personas que buscan un consuelo porque ya no quedan fuerzas para seguir luchando.
El dolor les hace poner fin a su vida, «es una realidad que existe y que hay que afrontar de manera correcta, hay que tener la formación», así lo asegura la concejal de Ciudadanos, Ana Suárez, quien ha explicado que el Ayuntamiento de la capital en colaboración con la asociación ha firmado un convenio con el que quieren «trabajar en la formación de todos los recursos municipales vía de entradas de estas situaciones, para que den respuesta a esta grave problemática».
Existen herramientas para diagnosticar el riesgo de suicidio de una persona, «y esas son las que vamos a empezar a encarrilar una vez tengamos un protocolo con el guiarnos. Para nuestro gobierno es importante tener la seguridad de que todos los salmantinos que necesiten estas respuestas tenga un equipo formado para marcar los pasos y hacer un seguimiento de cada persona», lo necesario para atajar esta realidad.
El próximo 10 de septiembre, Día Internacional de la Prevención del suicidio, lo que deseamos «es poner palabras a lo que hay detrás de este problema. Hay que sensibilizar a la sociedad. Si el dolor no sale, gime en el corazón y le parte, hay que cambiar de actitud y hablar en la sociedad de ello de forma delicada y con seriedad, sin sencionalismo. La depresión se puede curar y el suicidio se puede prevenir», ha ahondado uno de los voluntarios, Juan José García.
El propósito del Ayuntamiento es crear un protocolo unificado integral que aborde la prevención y detección de las personas con riesgo de suicidio o que previamente han tenido un intento. «Hay que decirles que no están solos y que tienen apoyo en un momento que les parece imposible de superar«. Estas herramientas son educativas, sanitarias en colaboración con la Unidad de Psiquiatría, etcétera.