La asociación Después del suicidio-Asociación de Supervivientes (DSAS), que agrupa a familiares de personas que se han quitado la vida, ha urgido este sábado un Plan Nacional de Prevención del Suicidio y más recursos para la atención a los familiares que los sufren de cerca.
La asociación DSAS, entidad pionera en España que nació en 2012 y que ha ofrecido atención a más de 1.700 familiares y personas que han perdido a amigos o parientes por suicido, ha celebrado hoy en el Hospital de Sant Pau una jornada para sensibilizar y concienciar sobre la prevención de conductas suicidas y animar a hablar sobre los suicidios para que dejen de ser un tema tabú.
El vicepresidente de DSAS, Carles Alastuey, ha explicado a Efe que «es acuciante» un Plan Nacional de prevención de las conductas suicidas que contemple «más recursos de atención específica en el ámbito de la salud, desde más médicos de atención primaria con formación hasta más psiquiatras especializados en casos de suicidio».
En España mueren cada día una media de 10 personas por suicidio, primera causa de muerte no natural por delante incluso de los accidente de tráfico, lo que significa, según Alastuey, que una media de 60 personas cada día «viven los efectos devastadores de una muerte por suicidio».
» Unas 18.000 personas al año sufren en España un duelo por pérdida por suicidio de alguien cercano, un duelo equiparable a vivir una muerte por homicidio o por una guerra», ha subrayado Alastuey.
En Cataluña, 500 personas mueren al año por suicidio, 70 de ellas menores de 25 años, según Alastuey, que ha alertado de que dos de cada tres personas sufrirán a lo largo de su vida algún proceso depresivo.
Pese a estas cifras «incomprensiblemente seguimos sin un Plan Nacional que haga frente a este drama de salud y social», ha lamentado Alastuey, que ha incidido en la necesidad de «un programa de formación a los profesionales de la salud y a todos aquellos que acompañen a personas con riesgo de suicidio o a sus familiares, como al colectivo de los policías».
Según el vicepresidente de la asociación, «los familiares y amigos de personas que han decidido quitarse la vida -que la asociación llama ‘supervivientes’- son un colectivo aún más invisibilizado que el de los propios suicidas».
En cuanto al estigma social alrededor del suicidio, Alastuey ha manifestado que «nadie se plantea no informar sobre muertes por violencia de género o accidentes de tráfico» y ha criticado que «el silencio mediático se traduce en menos herramientas para acompañar a personas que puedan estar en riesgo de suicidio».
«Confío -ha añadido- en que se llegará a normalizar el suicidio como un problema de salud, como se normalizó hablar sobre el cáncer o sobre el VIH».
En cuanto a las causas más comunes de suicido, Alastuey destaca que «entre un 80 y 90% se deben a un trastorno mental, en especial la depresión mayor o los trastornos de personalidad» y ha afirmado que «las personas con depresión mayor tienen una probabilidad de riesgo de suicidio 20 veces mayor que la población general».
En este sentido, ha puntualizado que las causas del suicidio «son multifactoriales» y que no hay que estigmatizar a las personas con depresión «porque son más las que no se intentan suicidar que las que sí lo hacen».
El vicepresidente de la asociación también ha pedido la creación de «un observatorio nacional que contabilice las personas que hayan cometido una tentativa de suicidio» ya que, según él, «la tentativa es un gran indicador de riesgo por perfeccionamiento de la técnica».
En este sentido, la asociación ha presentado una propuesta de plan de prevención en el Parlament de Catalunya y al Congreso y asegura que «tiene constancia de que se está trabajando en ello, aunque las urgencias políticas sean otras».
En el acto de esta mañana, la DSAS ha entregado un premio a la Unidad Regional de Proximidad y Atención al Ciudadano (URPAC) del Grupo Regional de Atención a la Víctima (GRAV) del cuerpo de Mossos d’Esquadra por el trabajo en el campo de la prevención del suicidio y atención precoz en el duelo.
La jornada organizada por la DSAS se enmarca en la celebración del Día Mundial de la Salud Mental promovido por la World Federation Mental Health (WFMH) que se celebra el próximo 10 de octubre y que este año está dedicado a la prevención del suicidio.