Consiguieron convencer a un hombre que amenazaba ayer con tirarse desde un tercer piso en la calle Romancero
La rápida, y templada, intervención de los Bomberos y de la PolicíaNacional consiguió neutralizar ayer el intento de suicidio de un hombre que amenazaba con tirarse desde la ventana de un tercer piso en la calle del Romancero.
Pasaban pocos minutos de las 14.00 horas cuando el servicio de emergencias 112 recibía una llamada en la que se alertaba de que había un hombre sentado sobre el alféizar de una ventana en el tercer piso de una vivienda del número 20 de la calle del Romancero.En el aviso que se traslada a la Policía Nacional y a los Bomberos se señala que esta persona está amenazando con tirarse al vacío.
El despliegue en la zona fue rápido y espectacular, ya que en pocos minutos se presentaron en el lugar varias patrullas de Policía Nacional y de Policía Local, así como una dotación de Bomberos formada por ocho efectivos, con un camión autoescala y dos vehículos auxiliares.En poco tiempo, el camión de bomberos desplegó la autoescala, con dos bomberos subidos a la cesta.
Los Bomberos desplegaron la escala hasta el piso de al lado, junto a una ventana, a la que se asomaban también otro bombero y un agente de Policía, de paisano, que conversaba con este hombre para convencerlo de que depusiera su actitud. Poco a poco, la escala de los bomberos se fue acercando hasta la ventana sobre la que se había sentado este hombre, que había cerrado la puerta por dentro, por lo que la única forma de acercarse a él para hablar era a través de la escala y a través de la ventana del piso de al lado.
Mientras hablaban con él, los Bomberos iban acercando la cesta hasta la ventana. En pocos minutos, ya estaban en frente de la ventana. Cuando llegaron hasta él, tras unos minutos de conversación, uno de los bomberos pasó a la ventana, y convenció a esta persona para que entrara dentro. Ya en la vivienda, abrieron la puerta para que pudieran pasar el resto de efectivos, así como los integrantes del servicio de urgencias, que habían enviado una ambulancia, en la que fue trasladado posteriormente al Hospital Universitario.
En poco tiempo, la zona, que ya habían asegurado agentes de Policía Nacional, en colaboración con efectivos de la Policía Local, que cortaron las calles aledañas, comenzó a llenarse de vecinos, sorprendidos por el amplio despliegue de policías y bomberos. Un vecino comentaba que le había visto sentarse en el alféizar mientras gritaba que se iba a tirar, que no tenía trabajo.