Según datos del INE, en España se producen cada año entre 3.500 y 4.000 fallecidos por esta causa.
El pasado mes de septiembre, la que fuera ministra de Sanidad, Carmen Montón, convocó a una mesa de reunión a diferentes asociaciones de profesionales y afectados por el suicidio en España.
Su objetivo era el de poner en marcha un plan de prevención para atajar las muertes producidas por esta causa, uno de los grandes problemas olvidados de la salud pública. En España se producen cada año entre 3.500 y 4.000 fallecidos por esta causa.
Los datos del INE son muy significativas, 3.569 muertes en 2016 y casi 8.000 tentativas graves que requirieron hospitalización de los afectados.
El suicidio frente a otras casusas de muerte
Desde el ministerio y las sociedades de defensa y prevención de los suicidios ponen sobre la mesa una estadística muy significativa. Por cada víctima mortal de la violencia de género, ocurren en España 65 muertes por suicidio; por cada homicidio, 11: por cada fallecido en accidente de tráfico, 2.
No se trata de dejar de visibilizar todos aquellos dramas, pero sí de darle la importancia que merece al suicidio, del que todavía no existe a nivel nacional un plan específico de prevención y apenas recibe atención mediática, a no ser que ocurra por situaciones trágicas como un suicidio ante un caso de desahucio.
Tasas elevadas de suicidio en España, pero menores que a nivel global
España cuenta con una tasa de suicidios que se sitúa en los 8,7 casos por cada 100.000 habitantes. En el mundo, con datos subestimados, esta tasa se eleva hasta los 12 casos, superior a la tasa europea, que es de 11,4.
En el año 2012, la Organización Mundial de la Salud solicitó a los gobiernos un compromiso para reducir ese índice a 10 para el año 2020. En 2014 se pusieron en marcha planes específicos para actuar frente a esta lacra, si bien son pocos países los que están cumpliendo con lo solicitado por la OMS.
España, un país que no mejora en el tratamiento de este problema
España, aunque es un país que registra menores tasas de muerte por suicidio que otros en Europa y el conjunto del mundo, presenta como aspecto a mejorar las acciones a poner en marcha para seguir reduciendo esta tasa.
Las muertes por suicidio representan aproximadamente el 0,1% de las muertes anuales, números que se mantienen similares desde hace años. Sin embargo, con otras causas de mortalidad, como el cáncer, las drogas o el tráfico, sí se han conseguido grandes avances.
En otros países de Europa, como Finlandia, la tasa de suicidio pasó en menos de 10 años del 13 por 100.000 al 10 por 100.000, según indica Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española de Suicidología.
¿Cómo evitar el suicido y reducir las tasas?
La clave radica en la detección temprana. En Extremadura, una comunidad que registra unos 80 suicidios al año, el Servicio Extremeño de Salud ha puesto en marcha el denominado «Código Suicidio», una nueva vía de actuación que pretende que la persona con esta ideación sea atendida por un recurso especializado en salud mental en menos de 72 horas.
En la Comunidad Valenciana se ha desarrollado una campaña de publicidad en los autobuses en la que se dan instrucciones a los sanitarios para que incluyan en sus reconocimientos preguntas que permitan identificar precozmente las ideaciones suicidas.
Desde el hospital Gregorio Marañón de Madrid, Juan José Carballo, admite que el 50% de los jóvenes que intentan suicidarse, nunca han sido atendidos previamente en una consulta de salud mental.
¿Cómo informar sobre los suicidios?
El suicidio sigue siendo un tema tabú para la sociedad, sigue viviendo en el ostracismo. Los medios temen a que se genere un efecto contagio, el de informar sobre casos que puedan llevar a provocar más casos.
Los expertos aconsejan no dar las noticias sobre suicidios, sino darlas bien: no ahondar en detalles personales o tratar de manera morbosa el motivo que lleva a una persona a suicidarse, profundizar el algunas causas del suicidio de manera realista y sin generar sensacionalismo y abordar esta realidad con cautela pero sin miedo, atendiendo los consejos de los expertos, como nos comenta el psicólogo Gerardo Castaño en el blog de su web.
Una ayuda a la que no se debe renunciar es la de aquellos protagonistas que han logrado sobrevivir a esta lacra, personas con ideación suicida que salieron de ese bache.