A los 16 años, Hati Sparey-South ya había intentado suicidarse. Y lo hubiera intentado de nuevo —tal vez con éxito— si no hubiera sido por una maestra que se dio cuenta de lo infeliz que estaba.
Hati dice que le debe su vida a esa maestra. Y ahora, a los 26 años y estudiando para ser maestra, está decidida a ayudar a alumnos.
«Hubiera seguido intentándolo. Y hubiera llegado exactamente al mismo lugar en el que están tres de mis amigos, que murieron antes de los 20», dice…