Su uso como complemento es cada vez más frecuente, como también lo es la controversia que genera. Hablamos de la vitamina D, que divide a la comunidad científica entre quienes apoyan su consumo y quienes consideran que la suplementación carece de utilidad. Ahora, una investigación suma argumentos a este debate al sugerir la utilidad de la vitamina D en el tratamiento de la depresión y señalarla como posible medida de prevención del suicidio.
El trabajo, llevado a cabo en la Universidad de Guadalajara (México) y publicado en la revista Nutrients, revisa la evidencia científica disponible para tratar de concretar el papel que la vitamina D puede desempeñar en el ámbito de la Salud Mental, y más concretamente de la depresión y el suicidio.
¿Puede la vitamina D evitar depresiones y suicidios?
La premisa del equipo de investigación se apoyaba en la idea de que las personas con bajos niveles de vitamina D suelen presentar niveles elevados de citoquinas proinflamatorias vinculadas a la depresión y el riesgo suicida. Por tanto, la suplementación con vitamina D podría actuar como “modulador” por sus propiedades antiinflamatorias.
Además, este micronutriente tiene impacto directo en el funcionamiento cerebral al favorecer la síntesis de serotonina, conocida como la ‘hormona de la felicidad’, que juega un papel fundamental en la regulación del ánimo. “La vitamina D, al cruzar la barrera hematoencefálica y unirse a sus receptores en células neuronales, podría mejorar el estado de ánimo y proteger las estructuras neuronales como la mielina, esenciales para una función cerebral sana”, señalan los investigadores.
A pesar de considerar sus resultados “prometedores”, el equipo reconoce sin embargo que la evidencia disponible es aún insuficiente para establecer una causalidad definitiva. “La mayoría de la investigación proviene de estudios observacionales, lo que limita la capacidad para confirmar una relación directa”, señalan. No obstante, y dado el bajo precio de la suplementación y que su consumo se considera seguro, sugieren que podría considerarse una “medida de apoyo” al tratamiento de la depresión.
Depresión y suicidio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en más de 700.000 los casos de suicidio en todo el mundo. En España, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan la incidencia al borde de los 4.000 casos.
La relación entre depresión y suicidio es incontestable. De hecho, se estima que en el 65% de suicidios subyace una depresión. Respecto a este trastorno, los datos del Ministerio de Sanidad estiman un crecimiento de casi el 20% en España, pasando a afectar a cerca de la mitad de la población.