El actor Rubén Riós acaba de rodar ‘Expedición mental’, un trabajo que lo lleva a hablar de salud mental y autolisis con profesionales sanitarios, pacientes y familiares
El actor y director Rubén Riós (Riós, Ourense, 1980) terminó a finales de octubre de grabar su último documental: Expedición mental. Un trabajo centrado en la salud mental y en la visibilización del suicidio, en el que el Camino de Santiago es la excusa para dar voz a profesionales sanitarios, personas con trastorno mental y familiares. Un trabajo que se preestrenará en Galicia durante este mes y cuya presentación oficial tendrá lugar a lo largo de 2025.
La ruta elegida es el Camino del Norte, del que se han seleccionado las 10 etapas más duras que unen Irún con Fisterra, «porque lo importante es decir sí a finis terrae, pero no a finis vitae», explica Riós. Diez etapas en las que el director era el caminante y, en ocasiones, también el cámara, mientras compartía parte de su peregrinaje con psicólogos, psiquiatras, personas conceptativas (dice en relación a la concepción mental) y los otros afectados de un suicidio: la familia. «Que se queda con la pregunta: ¿Por qué lo hizo? Y con el cliché de si la persona que se suicida es valiente o cobarde. Evidentemente, non hay respuesta».
Desde que en 2013 se terminó la grabación de la serie Libro de familia (en la que interpretaba a Marcos), Rubén Riós y su productora Claqueta Coqueta han estado centrados en temas que afectan a los colectivos más vulnerables: discapacidad, violencia de género y, ahora, salud mental.
Cuenta Riós que a raíz de su encuentro con José Manuel Dolader (asociación La Barandilla y artífice del primer teléfono del suicidio, antes de la creación del 024), comienza a crecer en él la idea de realizar un trabajo centrado en esta temática. «No creo para entretener, creo para generar conocimiento en la sociedad sobre una temática que sabemos que existe pero que no sabemos tratar», asegura el director, «intentamos empoderar al colectivo, ¿qué quiere gritar al mundo?».
Y con este propósito nace Expedición mental, porque «es necesario visibilizar el suicidio y eliminar el estigma sobre la salud mental, que en 2030 será la principal causa de discapacidad». «Cada día 11 personas deciden dejar de sufrir más que de vivir, y no lo digo yo, lo dicen distintos profesionales, pero hay un cliché», defiende Riós, y un temor: que hablar de suicidio pueda provocar un ‘efecto llamada’. El director reivindica que no es así: «hablar de suicidio no causa un efecto llamada, hablar desde la ignorancia y desde la pornografía sentimental y el sensacionalismo sí provoca efecto llamada».
Por todo esto, el lema de Expedición mental: «Sí finis terrae, no finis vitae». «Porque hay vida después de una situación de salud mental complicada, hay que pedir ayuda».