El amigo de la víctima que pidió ayuda también las tomó y no sufrió la paranoia que acabó en tragedia
El desamor y el consumo de setas alucinógenas están detrás del trágico suicidio del joven de 27 años que la madrugada del pasado día 31 se lanzó desde un séptimo piso en su domicilio de Castellón. Todo parece indicar que la víctima no tenía ninguna patología previa y la Policía Nacional ha cerrado la investigación que se inició tras la muerte inducida por unos hongos que, según fuentes consultadas, pueden parecer muy exóticos pero que resultan fáciles de conseguir. Y es que los mismos pueden cultivarse en cualquier lugar oscuro y húmedo, como por ejemplo un trastero, hecho que facilita tanto su cultivo, como venta a terceros.
Según ha podido saber El Periódico Mediterráneo, de Prensa Ibérica, el fallecido se encontraba afectado por una ruptura sentimental reciente y, tras consumir las setas en compañía de un amigo que también las tomó, comenzó a ponerse muy agresivo y a lamentarse por el fin de su relación de pareja. De hecho, la agresividad del fallecido fue in crescendo hasta el punto de agredir a su acompañante, que intentaba detener el lanzamiento de objetos dentro de la vivienda.
Se lanzó al vacío sin posibilidad de negociación
Como ya publicó Mediterráneo el día 1, la Policía Local de Castellón acudió al lugar alertada por el amigo del fallecido, que no sabía cómo actuar con él. El testigo también llamó por teléfono a la exnovia de la víctima, quien también se personó en la casa ante lo desesperado de la situación. A la llegada de los agentes y en presencia de su amigo y su exnovia, el joven se lanzó al vacío, sin posibilidad alguna de negociación.
Cabe destacar que el efecto de las setas alucinógenas que ambos ingirieron fue totalmente distinto entre los dos amigos, puesto que uno fue capaz de percibir el peligro y pedir ayuda a las autoridades, mientras que la paranoia llevó al otro a quitarse la vida.
Tras la autopsia y el análisis de las muestras recogidas, se llevará a cabo el análisis toxicológico –previsiblemente en el departamento de Barcelona del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses–. Los mismos arrojarán más luz acerca de las sustancias consumidas, aunque la causa de la muerte fue la caída.
«Hay infartos y autolesiones por los cuadros de terror que generan las setas»
El director del centro de salud pública de Castellón, Carles Escrig, ha explicado que existen dos tipos de intoxicación por setas: el síndrome micoatropínico y el síndrome alucinógeno. Los síntomas de la intoxicación por micotoxinas provocan estado de embriaguez, euforia, ataxia y excitación, principalmente. El síndrome alucinógeno, por su parte, está causado por una multitud de setas tóxicas. «Normalmente, en casos de setas alucinógenas, los síntomas se inician entre 15 y 60 minutos después de la ingestión y son básicamente una modificación de las percepciones de todos los sentidos, también en el contenido y la fluidez de los pensamientos, las asociaciones de ideas o la incapacidad para clasificar conceptos», ha revelado.
Las alucinaciones parecen tan reales, según ha explicado Escrig, que hay descritos en la literatura científica infartos de corazón y anginas de pecho. Además también hay cuadros de psicosis donde la persona intoxicada se ha autolesionado con golpes, caídas de altura o cortes. A menudo estas lesiones son causados por cuadros de terror de mayor o menor intensidad.
«Hay que tratar al paciente de una forma calmada y empática, y estar acompañado de una persona conocida para evitar cuadros de terror», ha explicado.