Hablar sobre el suicidio para prevenirlo

El suicidio es un problema de salud pública que afecta a miles de personas, pero a menudo suele ser un tema rodeado de estigmas, mitos y tabúes

Uno de los grupos más vulnerables son los jóvenes, adolescentes o personas en el principio de la edad adulta. Entre los jóvenes de 15 a 29 años, el suicidio es la cuarta causa de muerte, por detrás de los traumatismos en accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal.

El último informe de la OMS también señala que la mayoría de suicidios (un 77%) tiene lugar en países de ingresos bajos y medianos, donde la falta de recursos y de expectativas de futuro puede poner a las personas en situaciones extremas y muy difíciles de superar. No obstante, el suicidio puede ocurrir en cualquier lugar del mundo.

El suicidio suele asociarse a los trastornos mentales, especialmente con la depresión y el alcoholismo. Sin embargo, también se relaciona con el hecho de vivir conflictos, catástrofes, actos violentos o abusos. En ese sentido, las tasas de suicidio son más elevadas en grupos vulnerables como los refugiados y migrantes, o personas con riesgo de exclusión social como el colectivo LGTBI.

Un día para concienciar

Con el objetivo de concienciar a la población sobre el suicidio, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud pusieron en marcha el Día Mundial de Prevención del Suicidio, que se celebra cada 10 de septiembre.

El suicidio y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no solo a las personas que intenta quitarse la vida, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades que la rodean.

Por eso, cada año, este Día Mundial nos recuerda la importancia de llevar a cabo una acción colectiva, abordando el suicidio como problema de salud pública. Tal y como indica la Organización Panamericana de Salud (OPS), toda la sociedad puede actuar para prevenir el suicidio: amigos, familiares, compañeros de trabajo, educadores, profesionales de la salud, funcionarios del gobierno…

Fundación Española para la Prevención del Suicidio

Fundación Española para la Prevención del Suicidio. 

FEPS

El suicidio: rodeado de estigmas

Una dura campaña sobre el suicidio lanzada por la ONG británica Campaign Against Living Miserably (CALM), titulada La última foto, se hizo viral hace unos días en redes sociales. La campaña se basa en una exposición de fotografías, donde se puede ver la última imagen que se tomaron algunas personas antes de quitarse la vida.

En las fotografías vemos a personas sonriendo, celebrando su cumpleaños, rodeadas de amigos y familiares, en su fiesta de graduación… A simple vista, podríamos pensar que a estas personas “no les pasa nada”. La campaña pretende reflejar una idea muy clara: el suicidio a veces no se ve como todos pensamos.

La estigmatización en torno a los trastornos mentales y el suicidio provoca que muchas personas que piensan en quitarse la vida renuncien a pedir ayuda. Como consecuencia, no reciben la atención que necesitan. 

En este sentido, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de derribar tabúes y estigmas sobre la salud mental. Por ejemplo, en vez de narrar detalladamente cómo se suicidó una persona, se puede hablar sobre la recuperación satisfactoria de personas con problemas de salud mental, haciendo hincapié en que las enfermedades mentales son normales y que cualquier persona puede recuperarse siempre que se cuente con la ayuda necesaria. 

Prevención del suicidio: ¿cómo?

El suicidio es un problema que puede prevenirse si se toman las medidas adecuadas. Por ejemplo, es fundamental llevar a cabo políticas de salud mental que permitan a las personas obtener un tratamiento psicológico cuando lo necesiten.

Este tratamiento puede ser especialmente importante en las personas jóvenes. Según la OMS, la mitad de los trastornos de salud mental se manifiestan antes de los 14 años. La adolescencia es un momento crucial donde los menores deben adquirir las competencias socioemocionales necesarias para enfrentarse a la vida y, en algunos casos, contar con ayuda psicológica podrá prevenir que se adquieran conductas suicidas.

Las noticias de los medios de comunicación sobre el tema pueden provocar un aumento de suicidios por imitación, especialmente si la noticia se refiere a una persona famosa o describe detalladamente el método de suicidio. Por eso también es importante promover información mediática responsable sobre el suicidio.

Por otro lado, existen líneas telefónicas dirigidas a ofrecer información y ayuda a aquellas personas que lo necesiten. En España, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha el 024, un número al que pueden llamar personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, así como sus familiares y allegados.

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