Navarra ha registrado 58 suicidios en 2021, un 31,8% más que el año anterior

El Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea trabaja en la implementación del Código Suicidio, una herramienta innovadora e integrada en Historia Clínica que facilitará la identificación y seguimiento de personas en riesgo

 

La Comisión Interinstitucional de Coordinación para la prevención y atención de las conductas suicidas de Navarra (NAPRESUI), ha analizado los datos del pasado año relativos al suicidio en la Comunidad Foral, donde en 2021 se han quitado la vida 58 personas, lo que supone un aumento del 31,8% con respecto al año anterior (44).

Además de compartir un análisis de esta realidad, la comisión ha integrado por primera vez en el foro y dado la bienvenida a un representante de Atención Primaria, nivel muy importante en cuanto a prevención, y estudia distintas herramientas de coordinación para facilitar la detección de población en situación de especial riesgo.

NAPRESUI está compuesta por representantes de distintos departamentos del Gobierno de Navarra -Salud, Educación, Derechos Sociales, Presidencia e interior-, entidades sociales y profesionales -Besarkada, Teléfono de la Esperanza, profesionales de la comunicación y activistas supervivientes-, así como representantes policiales -Policía Foral, Guardia Civil y Policía Nacional-.

También forman parte de la Comisión, que se reunió la semana pasada en el salón de Navarrabiomed, representantes del 112 y del Instituto Navarro de Medicina Legal (INML). La Comisión está impulsada por el Departamento de Salud, y lleva la presidencia el director general de Salud, Carlos Artundo, y asisten también tanto Salud Mental como Atención Primaria.

Media de edad de 50,6 años

Según los datos aportados por el Instituto Navarro de Medicina Legal, en Navarra se suicidaron el pasado año 58 personas -38 hombres y 20 mujeres-, con una media de edad de 50,6 años.

Atendiendo a perfiles, en varones se incrementa esta problemática en la franja de edad de 21 a 30 años y en la de 41 a 50, mientras que en mujeres los tramos con más casos son el de 41 a 50 años y el de 51 a 60 años.

Por otra parte, 23 de las personas que se quitaron la vida -39,7%- estaban en contacto con la red pública de Salud Mental, lo que supone un descenso del 13% con respecto a 2020, mientras que el 12,3% acudió al Servicio de Urgencias de Psiquiatría (SUP) la semana anterior al fallecimiento.

La presencia de intentos previos de suicidio fue de en torno al 30%, dato similar al recogido en la literatura científica entre los casos registrados.

El Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea (SNS – O), a través de la Red de Salud Mental, está trabajando en la implementación del Código Suicidio, una herramienta innovadora e integrada en Historia Clínica (HC) que facilitará la identificación y seguimiento de personas en riesgo de suicidio, con el objetivo de que no se desvinculen del sistema sanitario y reciban la atención terapéutica que necesiten, con carácter preferencial, teniendo en cuenta los tiempos de espera en la Red de Salud Mental.

Asimismo, esta aproximación va a permitir una respuesta más rápida y eficiente, factor importante a la hora de abordar esta problemática, en la que la continuidad y el seguimiento de las personas con crisis suicidas puede prevenir la repetición de las conductas de este tipo.

Por otra parte, la mitad de las personas que se quitaron la vida en 2021 tenían diagnóstico clínico de Salud Mental. En ese sentido, entre ellos, los diagnósticos más prevalentes fueron los trastornos afectivos y los trastornos por consumo de sustancias, seguidos por los trastornos de ansiedad, personalidad y esquizofrénicos.

Centro de recursos web para toda la ciudadanía

Desde el pasado año, Navarra cuenta con una página web desarrollada por la comisión  y que está concebida como un elemento referencial a disposición de toda la ciudadanía sobre el tema del suicidio.

La página funciona como un centro de recursos y herramientas con material didáctico y de interés sobre las conductas suicidas desde una pluralidad de ámbitos, abarcando desde la prevención y el abordaje hasta la detección de señales de alarma, factores de riesgo y la gestión del duelo.

En cuanto a la importancia de la prevención, la comisión ha discutido y subraya la importancia de promover la escucha activa a nivel social en todos los círculos, tanto familiares como laborales o de amistad. En ese sentido, se ha conincidido en la necesidad de hacer más accesibles y publicitar los recursos y servicios existentes.

La Comisión, además, ha enfatizado en la necesidad de sensibilizar y activar los recursos potenciales a nivel comunitario, ámbito en el que familiares, amigos, vecinos, conocidos y redes sociales son fundamentales para tener una actitud de empatía y escucha activa hacia las personas vulnerables y/o que estén pasando por una situación complicada o especialmente difícil que pudiera llevarles a pensar en quitarse la vida.

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