Cuando una persona se quita la vida, quedan muchas preguntas sin respuesta. No podemos comprender las causas que llevan a un individuo a contemplar la idea del suicidio si no hemos sufrido una depresión severa.
Las personas que sufren depresión, que se sienten aisladas de su familia y amigos, contemplan la idea de morir como una solución a su sufrimiento, como una forma de evadir la realidad de una manera definitiva. Y aunque es una decisión personal, lo cierto es que afecta a toda la familia.
Además de los sentimientos de dolor normalmente asociados con la muerte de una persona, regularmente un ser querido o cercano, puede haber culpa, ira, resentimiento, remordimiento, confusión y gran angustia por cuestiones no resueltas.
Generalmente, la persona que piensa en quitarse la vida lo intenta varias veces como una forma de llamar la atención y pedir ayuda a través de sus intentos fallidos. Lo ideal es que la persona que intenta quitarse la vida sea atendida por un especialista que le ayude a superar su crisis, y que toda la familia tenga acceso a terapias grupales que le permitan identificar lo que puede modificar. aliviar algunos de los problemas que abruman
Los síntomas que indican que una persona pueda estar contemplando la idea del suicidio es evidente. Por ejemplo, si alguien comienza a preocuparse por la muerte, si su comportamiento cambia drásticamente, si ha sufrido una pérdida reciente o siente que será abandonado pronto, si comienza a preparar su testamento de repente, o comienza a dar alejar sus posesiones más preciadas, si pierden interés en su apariencia personal, si abusan del alcohol o las drogas, o si en general no tienen esperanzas de que su situación cambie en el futuro.
Cuando notamos los síntomas mencionados en un familiar o amigo en particular, es fácil abordar el tema, pero lo mejor es preguntar directamente si ha contemplado la idea del suicidio.
Aunque la respuesta podría ser «no», el simple hecho de preguntar le permite a la persona que posiblemente quiera suicidarse saber que alguien está dispuesto a escucharlos, que pueden pedir ayuda es muy valioso en ese momento.
Si la respuesta es «sí», tenemos que preguntarles si tienen una idea de cómo llevarán a cabo sus planes y cuándo planean hacerlo.
Dependiendo de las respuestas, podemos buscar ayuda inmediata del resto de familiares o especialistas para la intervención.
El Consejo de prevención del suicidio de Texas tiene dos números de teléfono disponibles para ayudar, la línea directa nacional (800) 273-825 y una línea directa local (877) 289-7199.
Aunque los servicios psiquiátricos son limitados en el Valle del Río Grande, Tropical Texas Behavioral Health, el proveedor público de salud mental en la región tiene una línea directa las 24 horas para responder a las crisis suicidas.
El miedo que tienen las personas de ser internados en un centro de salud mental por admitir que están contemplando la idea de quitarse la vida puede desanimarlos a pedir la ayuda necesaria, pero es importante entender que la intervención oportuna puede salvar una vida y prevenir el trauma para el resto de la familia.