Escuchar, sólo escuchar»

La psicóloga Enriqueta Gómez Blanco confirma que se han duplicado las llamadas de jóvenes al Teléfono de la Esperanza

En Extremadura ya ha habido, en lo que llevamos de este año, treinta suicidios, por lo que las cifras pueden ser iguales a las del año pasado. Según datos de la Subdirección de Salud Mental del SES hubo 90 suicidios en el 2020, casi dos personas por semana, un 14% más respecto al año anterior. La proporción de varones frente a mujeres es mayor que en España, 76 fueron hombres y 14 mujeres.

Respecto a la edad, en la región en los últimos años el porcentaje de jóvenes se ha duplicado. A pesar de ello, es entre 40 y 59 años en la franja en la que más suicidios se produce.

«También han aumentado las tentativas de suicidio y en el Teléfono de la Esperanza hay muchísimas llamadas de personas con deseo de muerte, que nos están hablando claramente, porque entienden que el teléfono es un espacio para ello, de su sensación desesperanza vital».

Recursos para evitar muertes

Lo confirma a HOY la psicóloga almendralejense Enriqueta Gómez Blanco, especializada con máster universitario en prevención del suicidio y colaboradora desde hace años de la asociación Teléfono de la Esperanza.

Esta profesional certifica que el suicidio se puede prevenir y de ahí que sean necesarios todos los recursos para evitar muertes.

Gómez Blanco, que será la encargada de ofrecer una conferencia esta semana en Almendralejo sobre prevención del suicidio para las familias, asegura que los suicidas no quieren la muerte, pero la ven como una salida para que desaparezca su sufrimiento.

«En esos momentos ellos creen que no tienen herramientas para buscar una salida», por eso es importante escucharlos.

«Debemos escuchar, sólo escuchar; y no aconsejar, ni juzgar, porque no tenemos su perspectiva, su punto de vista. Hay que formarse profesionalmente para ser empático con una persona que ha tenido tentativa de suicidio», sentencia.

De ahí que Gómez Blanco aplauda el nuevo plan de salud mental de Extremadura, que pretende formar no sólo a los médicos de familia, sino también a técnicos de emergencias, policías, bomberos y agentes de cuerpos de seguridad.

Sobreprotección

Las personas que sienten esa sensación creen que tienen muchas causas o factores que les hacen sufrir. En los jóvenes puede ser el contexto familiar, el rendimiento escolar o interacción social. Pero la psicóloga cree que a menudo son chicos que tienen poca gestión emocional y poca resolución de los problemas. «Creo que sobreprotegemos demasiado a la juventud en factores de peligro, pero luego hacemos que no sean personas autónomas. Al no resolverlos ellos, están liberados de una frustración personal».

Respecto al tabú, cree que es necesario hablar del suicidio, pero evitando ser morbosos o estigmatizar a las personas.

Hoy