Los profesionales en prevención del suicidio, ajenos a partidas presupuestarias, no podemos caer en el optimismo ilusorio. Con esos 100 millones para tres años, sólo se contratarían 2.000 psicólogos durante un año.
Para quienes nos dedicamos profesionalmente a la prevención del suicidio, las acciones concretas que anuncia el presidente del Gobierno suponen un cambio de rumbo. Muy humilde, y a tomar con cierta cautela, pero cambio de rumbo al fin y al cabo.
De un tiempo a esta parte y después de hacer «mucho ruido» tanto los profesionales, como los sobrevivientes, y los supervivientes (a estos dos últimos a título personal atribuyo el mayor mérito y responsabilidad sobre estos avances recientes), venimos observando como la agenda política, y los medios de comunicación incluyen el suicidio entre sus temas a tratar.