Cada año cerca de 800.000 personas se quitan la vida en el mundo, esto significa que una persona muere por esta causa cada 40 segundos, según la OPS.
Según los expertos, muchos suicidios ocurren en momentos de crisis, como problemas financieros, ruptura de relaciones o dolor y enfermedades crónicas. Y justamente la pandemia de COVID-19 ha provocado estragos en la salud mental de niños, adolescentes y adultos. El aislamiento social y la crisis económica que ha dejado a miles de personas desempleadas, enfermas o con el dolor por la pérdida de seres queridos, las ha sumido en una ola de angustia y depresión que para muchos, es muy difícil de controlar.
Preste mucha atención a la depresión. Porque de esta al suicidio la brecha es muy corta. «Una persona deprimida se sumerge en un estado de tristeza infinita con muestras de irritabilidad, desánimo y aislamiento que puede llevarla a tomar la decisión de acabar con su vida«, refiere el psiquiatra Eduardo Godo Valera.
La depresión es más severa y duradera que la tristeza normal. Todos en algún momento atravesamos por etapas difíciles en nuestras vidas; por eso es primordial entender que sentirse triste temporalmente es muy diferente a estar deprimido o sufrir de esta enfermedad mental llamada depresión, recalca el doctor Juan Varas, psiquiatra del Instituto de Neurociencias.
Un panorama que se torna preocupante si se considera las cifras del suicido. Según el Director del ECU 911, Juan Zapata, esta empresa durante la crisis sanitaria, registró 220 suicidios. Guayaquil lidera el ranking (con 34 casos), Quito (13) y Santo Domingo (12). Además, se han contabilizado 429 intentos y las ciudades con más reportes son Quito, Cuenca y Guayaquil.
Y en marzo de este año (2021), el ECU 911 de Guayaquil atendió 210 casos que necesitaron atención psicológica. De esta cifra, 64 % son mujeres y 36 %, son hombres. Las personas que más llaman por alertas de suicidio están en un rango de edad de 20 a 49 años
Las pistas
Ponga atención a los mensajes de ‘alerta’ que envía la persona (pariente o amigo) que tiene intenciones de atentar contra su vida.
- Pensamientos de muerte. Continuamente expresa que desea morir y que está cansado de la vida. Se despide a través de mensajes escritos, regala sus objetos e incluso hace su testamento, es decir procura dejar sus asuntos en orden.
- Cambios bruscos del estado de ánimo. De estar eufórico un día pasa a estar retraído, sin ánimo o se aísla completamente, explica el doctor Godo Valera.
- Cuidado con las armas o medicinas. Otro de los signos característicos del suicida es que suele obtener los medios para atentar contra su propia vida, como comprar un arma o guardar pastillas. Así como aumentar el consumo de alcohol y drogas, según la web de la Clínica Mayo.
¿Qué hacer?
El ambiente que rodea a una persona que sufre depresión es fundamental para lograr su rehabilitación. La comprensión y el cariño de los familiares y allegados es clave, como también lo es la paciencia y la motivación. «No la deje sola procure que alguien esté siempre de él o ella», recalca el doctor Valera. Y recuerde buscar ayuda profesional enseguida.
El tratamiento contra esta enfermedad es de dos tipos: farmacológico y psicoterapia, o según el problema, una combinación de ambos, recalca el doctor Varas.
No a las ideas suicidas
Es importante que el paciente evite depresiones y pensamientos suicidas siguiendo estas recomendaciones, dice el psiquiatra Juan Varas, del Instituto de Neurociencias.
- Tenga pensamientos positivos
- Cuide la salud física
- Acéptese a sí mismo.
- No se compare con otras personas
- Exprese las emociones
- Siga el tratamiento médico
- Reúnase periódicamente con el terapeuta
- Coma una dieta equilibrada
- Haga ejercicio físico ( hacer ejercicio por las mañanas sería un factor preventivo)
Los suicidios se pueden prevenir reduciendo el acceso a medios letales (por ejemplo, pesticidas, armas de fuego, algunos medicamentos) y promoviendo la educación y la capacitación en la comunidad sobre el riesgo de suicidio.
Importante saber
- El suicidio puede ocurrir a cualquier edad y es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en la región de las Américas.
- En la región de las Américas, cada año se registran alrededor de 100.000 muertes prematuras por suicidio.
- Es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años en todo el mundo y es aproximadamente 4 veces más frecuente en los hombres, lo que representa aproximadamente el 79% de todas las muertes autoinfligidas.
- La tasa más alta de suicidio en la Región de las Américas se registra en hombres mayores de 70 años. Fuente: OPS