Los suicidios crecen en Aragón un 9% en 2021

Se detectan más entre mujeres de edad media y son la punta de un iceberg mayor: la depresión, enfermedad que padece un 20 % de la población y que no siempre está bien diagnosticada o tratada. Por eso es fundamental la formación de los equipos de atención primaria, entre otros profesionales

En Aragón hay una media de 120 suicidios cada año. Uno cada 3 días. Datos que no reflejan los que quedan en tentativas. Son cifras que duplican a los muertos en carretera. Lola Sobrino, responsable de intervención psicosocial de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME), constata el crecimiento, así como del número de personas que desarrollan trastornos depresivos. La depresión es «la otra epidemia» de nuestros días, que el coronavirus acentúa por «el duelo no hecho o los sentimientos de culpa. Estamos viendo mucha depresión profesional. Aparecen fenómenos como el duelo profesional, como una patología con entidad por el número de personas a las que afecta, síndrome de la cabaña, muchos trastornos de ansiedad y desesperanza, que es lo que induce al suicidio. El no tener una perspectiva de futuro clara», explica Sobrino.

A pesar de que la depresión afecta a un 20% de las personas, no siempre se diagnostica o se trata de forma adecuada, lo que dificulta la detección de las ideas suicidas. Según Esther Blas, psicóloga de la unidad de Salud Mental de Tarazona, «9 de cada 10 personas que se han suicidado habían hablado previamente de esta desesperanza o de estas ideas suicidas con personas a su lado, con profesionales. No se les había tomado en serio. Para poder detectar esto hay que formar de manera específica a profesionales de atención primaria y de otras especialidades: educadores, farmacéuticos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado»

Estrategia aragonesa de Prevención del Suicidio

Aragón puso en marcha en 2020 la Estrategia de Prevención del Suicidio que fomenta la formación en atención primaria y en otras especialidades. También considera clave el papel de las familias. Ellas pueden detectar las señales de riesgo y facilitar el acompañamiento, pero también deben saber cómo, porque como explica Lola Sobrino, «las típicas frases de anímate que tienes que salir de esto, que tú no tienes ningún problema, son dañinas y muy lejos de ayudar perjudican, ya que depositan la responsabilidad de estar enfermo en el paciente». Sobrino considera que es fundamental buscar ayuda profesional cuanto antes. También cree que es clave el papel de la sociedad que banaliza la depresión asimilándola a un sentimiento de tristeza o melancolía pasajera que nada tiene que ver con la realidad. Además, reflexionas sobre el papel de los medios de comunicación que debemos abordar la depresión y el suicidio como cualquier otra patología, sin tabúes.

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