En el primer estudio nacional de este alcance realizado en Estados Unidos, unos investigadores de la Universidad de California en San Diego han descubierto que las enfermeras y los enfermeros corren un mayor riesgo de suicidio que la población general.
Los resultados obtenidos por el equipo de Judy Davidson confirman los resultados obtenidos en estudios previos.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos fallece una persona por suicidio. Esta es la décima causa principal de muerte en Estados Unidos, con una tasa de 13 de cada 100.000 personas. Si bien las tasas generales de mortalidad están disminuyendo en EE.UU., la tasa de suicidios está aumentando.
Davidson y sus colegas descubrieron que las tasas de suicidio de las enfermeras entre 2005 y 2016 fueron significativamente más altas (10 de cada 100.000) que la población femenina general (7 de cada 100.000). Del mismo modo, las tasas de suicidio de los enfermeros (33 de cada 100.000) fueron más altas que las de la población masculina general (27 de cada 100.000) durante el mismo período.
«Los opioides y las benzodiacepinas fueron el método de suicidio más comúnmente utilizado en las mujeres, lo que indica la necesidad de ayudar aún más a las enfermeras que sufren problemas de manejo del dolor y de salud mental», explica el Dr. Sidney Zisook, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego y miembro del equipo de investigación. El uso de armas de fuego fue más común en los enfermeros, aunque aumentó en las enfermeras.
En el estudio también han trabajado, entre otros, Kelly Lee y James Proudfoot, de la Universidad de California en San Diego, y Garni Terterian, de la Universidad de San Diego, en Estados Unidos. (Fuente: NCYT Amazings)