En España fallecen al año cerca de 3.600 personas por esta causa, el doble de víctimas de accidentes tráfico
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el suicidio constituye claramente un grave problema de salud pública. Según sus últimos datos, alrededor de 800.000 personas fallecen por este motivo cada año, y es la segunda causa de defunción entre los 15 y los 29 años.
A pesar de ello, el estigma que pesa sobre las patologías de salud mental y el tabú social sobre la muerte, entre otros factores, hacen que en nuestro país suicidio se escriba también con ‘s’ de silencio. El acuerdo tácito entre los profesionales de la comunicación para esquivar la información sobre este tema, evitando así el supuesto contagio de la conducta, conocido como Efecto Werther, ha restado visibilidad a una realidad que, según los especialistas, exige una información responsable, pero no ausente, campañas bien dirigidas de sensibilización y una apuesta decidida desde las administraciones públicas con planes bien definidos, evaluación de las políticas realizadas hasta la fecha y, cómo no, recursos humanos y económicos.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, un grupo de expertos integrado por especialistas en psiquiatría, pacientes, gestores y médicos atención primaria se han reunido para identificar áreas de mejora que permitan hacer frente a este reto. Un debate de actualidad organizado por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, con la colaboración de Muy Interesante, Marie Claire, Gaceta Médica y El Global y con el apoyo de Janssen.
Las cifras hablan por sí solas. Carlos Mur de Viu, psiquiatra y gerente del Hospital de Fuenlabrada, recuerda que en nuestro país el número de suicidios al año ronda los 3.600. “Hemos pasado de 3.507 en 2004 a 3.518 en 2012 hasta la cifra actual”, indica. Mur de Viu llama la atención sobre su escasa repercusión mediática, teniendo en cuenta que “hay dos suicidios por cada accidente mortal de tráfico, 12 por cada homicidio y hasta 68 por cada muerte por violencia de género”. En su opinión “es un problema multifactorial, que hay que dimensionar adecuadamente. Un drama devastador desde el punto de vista social y familiar que debe contemplar también los intentos autolíticos en el marco de un abordaje multifactorial.