Llevó a su novio al suicidio por mensajes de texto y ahora pide a la Corte Suprema que los considere libertad de expresión

En 2014, Michelle Carter, entonces con 17 años, escribió mensajes a su novio diciéndole que él sería «feliz en el cielo», así como otros momentos antes del suicidio en el que le decía que estaba bien si sentía miedo porque estaba a punto de morir. Fue sentenciada a prisión, pero ahora quiere buscar otro desenlace alegando derechos que dice tener según la Constitución de EEUU.

Los mensajes de texto de Michelle Carter a su novio Conrad Roy en el verano de 2014 tenían frases como «estás a punto de morir (…) solo hazlo, baby» o «finalmente serás feliz en el cielo». Estos son apenas dos, pero fueron cientos los que trascendieron en su juicio y que la llevaron a una condena a 15 meses de prisión por el homicidio involuntario del joven de 18 años tras animarlo a suicidarse. Ahora, ella busca ante la Corte Suprema de Justicia limpiar su récord criminal.

«La sentencia de Michelle Carter por homicidio involuntario (…) no tiene precedentes», se lee en el documento que los abogados de la joven envían al máximo tribunal con la petición. «Massachussetts es el único estado que ha afirmado la condena de un acusado que estuvo físicamente ausente y alentó a otra persona a cometer suicidio solo con palabras. Antes de este caso, ningún estado había interpretado su ley común o promulgado un estatuto de suicidio asistido para criminalizar ese ‘solo discurso’ y no ha habido otro acusado que haya sido sentenciado por llevar a otra persona a quitarse la vida», agregan.

 

Para los abogados, la pena impuesta a Carter «viola la Constitución» porque estuvo basada solo en sus palabras. Aseguran que atenta contra la libertad de expresión de la joven contemplada en la Primera Enmienda.

En el juicio, que terminó con la sentencia en agosto de 2017, se demostró que ella en 2014 alentó por mensajes de texto a su novio, Conrad Roy III, de 18 años, a montarse nuevamente en su auto, que se llenaba del monóxido de carbono de una planta generadora de energía que estaba encendida dentro. El muchacho se había bajado por unos minutos del carro, arrepentido del suicidio, pero ella lo instó a volver a montarse.

«Avísame cuando lo hagas», decía uno de los textos que ella le escribió el mismo día que Roy se suicidó. Roy pasaba por una fuerte depresión y tenía pensamientos suicidas en ese momento. Y ese día, después de hablarlo con Carter, hallaron el cuerpo sin vida del muchacho dentro de su vehículo estacionado en una tienda Kmart a 40 millas de su casa en Boston.

Durante la presentación de argumentos finales, la familia le recriminó nuevamente a Carter que esa noche de julio de 2014 no los llamó ni a ellos ni a la policía sino que se quedó en el teléfono escuchando cómo moría su novio. Y esos también fueron elementos que llevaron al juez a la condena de Carter en 2017.

«Todo lo que ella tenía que hacer era llamar a la policía, todo lo que ella tenía que hacer era decirle que lo amaba», se escuchó en un comunicado escrito por la madre, pero leído en la sala de la corte por la fiscal asistente del distrito Bristol, Maryclare Flynn. «Todo lo que debía hacer era decirle: ‘Sal del vehículo'».

 
 

En el juicio contra la joven no solo se conocieron los mensajes entre ella y su novio. También los mensajes que envió a distintos conocidos y en los que les daba detalles de la última conversación que tuvieron. «Yo estaba al teléfono cuando él se mató», le contó Carter a Ali Either al escribirle a su celular. «Lo escuché muriendo».

En el documento que dirigen a la Corte Suprema, los abogados aseguran que Roy hablaba «continuamente» del suicidio y que había realizado una investigación «extensa» sobre cómo quitarse la vida. Dicen que sin que ella estuviera involucrada de ninguna manera, él había intentado matarse en varias ocasiones. Una de ellas, luego del divorcio de sus padres en octubre de 2012 y otras dos poco antes del intento final: en junio y julio de 2014. Cuentan que luego de esas veces, Carter le recomendó buscar ayuda profesional.

«Cerca de un mes antes de que Roy se quitara la vida, Carter estuvo en tratamiento por un desorden alimenticio. Ella lo instó a que él se uniera a ella en el hospital, pero él se negó», se lee en el documento de los abogados.

La condena contra Carter fue ratificada en febrero por la Corte Suprema de Massachussetts, que rechazó estos argumentos de Carter con los que alega que solo sus palabras sin su actuación física en la muerte no constituyen una actitud sólida para que ella hubiera sido llevada a prisión por homicidio involuntario.

univision

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