Defensa solo confirma el suicidio de cinco militares en los últimos 15 años

El Ministerio ha registrado entre 2003 y 2017 cinco «suicidios confirmados» de personal de las Fuerzas Armadas y han incluido 96 casos que califican como «presuntos suicidios»

Para que se registre oficialmente como suicidio tiene que mediar una resolución judicial y la familia debe comunicar el fallo a Defensa

Las Fuerzas Armadas no cuentan con una estrategia centrada en combatir estos casos: en la Policía Nacional se está ultimando un protocolo y la Guardia Civil lleva años con un plan de prevención

El Ministerio de Defensa ha registrado en los últimos 15 años solo cinco «suicidios confirmados» de militares, cuatro en 2016 y uno en 2017. Sobre el resto de casos en los que consideran que ha habido «indicios racionales» de muertes por esta causa entre miembros de las Fuerzas Armadas, se limitan a calificarlos como «presuntos suicidios» y aseguran que han registrado 96. El departamento de Margarita Robles ha facilitado el desglose de estos datos tras una petición de información de eldiario.es al Portal de Transparencia, después de que el Ministerio se negase a aportar estas cifras alegando que se trataba de «información reservada».

El departamento de Margarita Robles divide estas estadísticas en dos categorías: presuntos suicidios y suicidios confirmados. Estos dos parámetros aportan datos muy dispares. A pesar de que entre el año 2003 y 2015 el Ministerio contabilizó 85 «presuntos» decesos por este motivo, Defensa asegura que en ese periodo temporal ninguno de ellos pasó a ser «suicidio confirmado». Los únicos casos que se han contabilizado como muerte oficial por esta causa se produjeron en los dos últimos años de los que hay datos: constatan cuatro muertes en 2016 y una en 2017. Por su parte, en esos dos años registraron 11 casos como hipotéticos fallecimientos por este motivo.

Solo registran casos en 2016 y 2017

Según la documentación aportada por Defensa, para que un caso pase de ser «presunto» a «confirmado» debe mediar una resolución judicial que confirme la defunción por este motivo y la familia tiene que informar sobre este fallo. «Ésta tiene el derecho de comunicar o no al Ministerio de Defensa el resultado de la investigación», reseñan. En los cinco suicidios que Defensa ha reconocido, los afectados fueron hombres: tres de ellos fueron mandos, los dos restantes pertenecían a tropa y marinería.

El suicidio en España es un problema de salud pública, y así lo designó la Sociedad Española de Psiquiatría. Según el INE, en 2017 – último año del que existen datos– se registraron 3.679 fallecimientos por esta causa en todo el país. Para combatir esta cifra, el Ministerio de Sanidad anunció en septiembre la implementación de una estrategia basada en la publicidad y detección precoz de este problema.

En la Guardia Civil los datos de suicidios llevan años siendo públicos. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) reivindicó la necesidad de que estos datos se difundiesen para atajar estos casos. Este colectivo denunció que la tasa de muertes en este Cuerpo de Seguridad por esta causa supera a la de la población civil: 7,9 fallecimientos en 2017 por cada 100.000 habitantes en la sociedad en general frente a las 12 muertes registradas en el mismo año en la Guardia Civil en un colectivo de 77.000 agentes.

Si se analizan exclusivamente los suicidios «confirmados», la tasa aportada por Defensa en 2016 es más alta que la de la población civil: constataron cuatro fallecimientos en un colectivo que cuenta con 43.000 militares en el servicio activo. Sin embargo, al incluir los «presuntos suicidios» ese parámetro se dispara, ese mismo año habría que añadir seis casos más. El Ministerio de Margarita Robles incluye en esta categoría «sucesos con indicios racionales de suicidio a juicio de la unidad».

Entre 2003 y 2017, registraron 96 presuntos suicidios. Si se divide por año, la media anual es de 6,4. El primer año del que aportan cifras contabilizaron seis casos; en 2004, diez; en 2005, nueve; en 2008 hubo un pico y se registraron quince casos; en 2009, diez; en 2012 y 2014 marcaron un punto de inflexión en la estadística con dos casos cada año; en 2015, cuatro; en 2016, seis y en 2017, cinco.

La brecha de género que existía en los datos calificados como «confirmados», se mantiene en los «presuntos» donde han registrado la muerte de cuatro mujeres. Ante estos hechos hay que tener en cuenta que solo el 12% de los miembros de las Fuerzas Armadas son mujeres. Si se analiza por ejércitos, el de Tierra es en el que más casos se han registrado: 68 calificados como presuntos y dos confirmados. En la Armada constataron nueve hipotéticos y dos corroborados; en Aire, 18 y uno.

Dudas sobre la disparidad de cifras

El psicólogo clínico Javier Jiménez, y presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (RedAIPIS), no comprende que el Ministerio elabore dos parámetros – hipotéticos y ratificados – con cifras tan dispares: 96 fallecimientos frente a cinco. «Me gustaría saber por qué consideran que son presuntos suicidios. Me fío más de esos datos que de los confirmados. En el caso del 2008 la diferencia es abismal, pasan de 15 presuntos casos a cero confirmados. Hay que evaluar la fiabilidad, ¿por qué va a saber un familiar que le tiene que comunicar al Ministerio de Defensa el suicidio?», incide este especialista.

Sin embargo, el psicólogo y presidente de la Sociedad Española de Suicidología, Andoni Anseán se pregunta lo contrario: «¿Cómo sabe el Ministerio que la muerte de uno de sus trabajadores es un suicidio?». «Se da por hecho que las Fuerzas Armadas tienen que estar al tanto de qué se mueren sus empleados. Eso es imposible. El Ministerio no tiene derecho a conocerlo», reseña. Asimismo, explica que «una persona se haya suicidado solo lo determina un juez» y aclara que eso es «información confidencial».

Sobre estos datos, desde la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) consideran que «son sesgados». «No se puede entender que haya 90 casos en los que no se sabe qué ha ocurrido. No se ha investigado ¿Quién de la unidad militar ha determinado que son presuntos? ¿ha sido algún especialista sanitario? ¿estos casos solo han sucedido dentro de la unidad? ¿han sucedido fuera? Hay que profundizar porque hay una ocultación del contexto de esas cifras», incide el secretario de organización del colectivo, Jorge Bravo. Esta redacción ha lanzado estas preguntas al Ministerio, sin haber recibido respuesta por el momento.

Protocolos especializados

Anseán sí que incide en que es necesario tener información concreta para combatir los casos de suicidios en colectivos determinados. «La mayoría de las investigaciones en este campo son para prevenir factores de riesgo y poder minimizar el efecto de esos factores», apunta.

Las Fuerzas Armadas no cuentan con una estrategia centrada en combatir estos casos, tal y como han denunciado las asociaciones militares. En otros cuerpos, como en la Policía Nacional, se está ultimando un protocolo centrado en estos casos,  tal y como ha informado recientemente  El País. Por su parte, la Guardia Civil lleva ya años con un Plan de Prevención de Conductas Suicidas instaurado, que comenzó a funcionar en 2002. Defensa plantea que cuentan con «oficinas de orientación y motivación», así como gabinetes de psicología militar centrados en reconocimientos periódicos y en personal que ha participado en zona de operaciones.

EL DIARIO.ES

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