El plazo para que prescriban delitos contra menores no contará hasta que estos cumplan los treinta años
Durante la primavera del 2017 un juego llamado Ballena azul (blue whale) que invitaba al suicidio a los jóvenes que participaban en él a través de Internet hizo saltar las alarmas en España. Las autoridades rusas llevaban tiempo en guardia sobre un asunto que empezó a preocupar en la Península después de que una menor de 15 años fuera ingresada en Cataluña debido a las heridas que se había proferido al seguir el juego. La Ballena azul es solo una muestra de lo vulnerables que ha convertido Internet a los menores. Blindarlos contra cualquier ataque es una prioridad del Gobierno, que ayer dio un paso importante en este sentido después de que el Consejo de Ministros aprobara el Anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia.
La norma, que de aprobarse obligaría a modificar el Código Penal, incluye un nuevo catálogo de delitos cometidos a través de Internet, entre los que está la incitación al suicidio como hacía el juego de la Ballena Azul. Pero también a cometer infracciones sexuales o a la promoción de trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, algo que hacían páginas como las que aludían hace años a las princesas Pro-ANA y Pro-MIA.