Un padre francés ha denunciado este lunes a YouTube, WhatsApp, a un sitio de citas para adolescentes y al Estado francés por «poner en peligro la vida de otros» después de la muerte de su hijo de 14 años a mediados de octubre. El fiscal de la ciudad de Rennes, en el oeste del país, Nicolas Jacquet, ha confirmado que se ha producido dicha denuncia ante la gendarmería.
Encontrado muerto en su habitación en la casa de sus padres, colgado del cinturón de su kimono, Kendal, un chico integrado y lleno de proyectos, no se habría suicidado, de acuerdo con su familia, sino que alguien lo habría atrapado a través del juego de Internet Momo Challenge. Accesible a través de la mensajería instantánea de WhatsApp, este juego macabro amenaza a sus participantes al incitarlos a cometer actos peligrosos que pueden llegar hasta la muerte.
«Yo acuso a YouTube, Whatsapp y a la web ‘rencontre-ados.com‘ de no proteger a los jóvenes», ha afirmado René Gattino. «Siento que el Estado no ha tenido suficientemente en cuenta los peligros que estos sitios representan para los jóvenes». «Cuando te toca a ti no lo entiendes. Pensámos que podíamos estar tranquilos en el campo, pero Internet está en todas partes y eso no asegura nada», denuncia. A pesar de su edad, el joven pudo registrarse en rencontre-ados.com.
Con su decisión, la familia quiere ante todo alertar al público para evitar, dice, que se vuelvan a producir otros dramas similares. «La investigación y, especialmente, las investigaciones técnicas están tratando de determinar las circunstancias exactas de la muerte», ha dicho el fiscal.
Antes del inicio del año escolar, un miembro del partido La République en Marche (LREM), Gabriel Attal, recientemente convertido en Secretario de Estado ante el Ministro de Educación, dirigió una pregunta al Ministro del Interior para alertarlo sobre los peligros del Momo Challenge. Señaló la «presión psicológica sobre los más jóvenes», que «los pone en peligro al obligarlos a llevar a cabo desafíos cada vez más peligrosos».
En 2017, la policía francesa advirtió sobre los riesgos de un juego similar, la Ballena Azul, que obligó a los jóvenes a enfrentarse durante 50 días a desafíos cada vez más peligrosos hasta la última etapa: el suicidio.