La escena se repite con demasiada frecuencia. Los datos revelan que cada semana en España fallecen tres presos de media en alguno de los centros penitenciarios de nuestro país. Sólo el año pasado murieron 147 reclusos, la mayor parte de ellos por causas naturales pero en cuatro de cada diez casos la muerte la provocó el consumo de drogas o el suicidio.