Bloquear el acceso a lugares habituales de suicidio, con barreras o redes de seguridad en puentes o acantilados, puede reducir el número de muertes en esos lugares en más de un 90 por ciento, según un estudio que se publica en The Lancet Psychiatry.
Bloquear el acceso a lugares habituales de suicidio, con barreras o redes de seguridad en puentes o acantilados, puede reducir el número de muertes en esos lugares en más de un 90 por ciento, según un estudio que se publica en The Lancet Psychiatry.