Se teme que 2020 termine con cifras que pudieran ascender a 375 incluso 400 suicidios
En Francia (67 millones de habitantes) se suicida un agricultor cada día. La pandemia ha agravado esa tragedia histórica de inmenso calado. Las primeras cifras oficiosas de suicidios, durante los diez primeros meses este año, confirman la gravedad de la crisis. Entre 2015 y 2019 se suicidaron en Francia una media de 370 agricultores por año. 292 eran propietarios de una explotación agrícola y unos 278 asalariados. Unos 270 eran hombres y unas 100 eran mujeres. Se teme que 2020 termine con cifras que pudieran ascender a 375 incluso 400 suicidios.
La Mutualité sociale agricole (MSA, Mutua social agrícola), responsable de la seguridad social de los agricultores franceses, ha vuelto a pedir socorro al presidente Emmanuel Macron, estimando que la pandemia ha acelerado esa tragedia nacional.
La MSA, la Fédération nationale des syndicats d’exploitants agricoles (FNSEA, el primer sindicato agrícola francés) y Solidarité Paysans (SP, asociación de apoyo a los agricultores con problemas de todo tipo), han constatado un incremento espectacular de las llamadas de socorro urgente, que obedecen a muchos problemas superpuestos:
-Incremento de la soledad y el aislamiento.
-Deterioro de las economías familiares.
-Aparición de «patologías» ligadas a la incertidumbre, personal, familiar y colectiva.
Bernard Lannes, presidente del sindicato Coordination Rurale (CR), comenta el proceso en curso de este modo: «Se habla mucho de la angustia de muchos sectores sociales. Pero esa angustia, incertidumbre y soledad ha aumentado entre los agricultores, que se sienten abandonados, en muchos casos. La pandemia y el hundimiento de los mercados han agravado un problema bien conocido y que tiene antecedentes muy dramáticos».
La agravación del problema del suicidio de los agricultores franceses coincide con la gran metamorfosis demográfica de la agricultura nacional. En 1955, 6,2 millones de franceses eran agricultores. En 1982 solo quedaban 1,6 millones de agricultores. Según las estadísticas oficiales, en el año 2000 había 764.000 propietarios de explotaciones agrícolas. Cifra que fue descendiendo a 605.000 (2010) y 564.000 (2016), para seguir reduciéndose a 400.000 el 2019.
La pandemia ha transformado 2020 en un año negro para la agricultura francesa. El desastre económico tiene rostro humano: se teme que el año termina con 370 a 400 suicidios.
Sindicatos agrícolas, asociaciones de apoyo mutuo, diputados de regiones muy tocadas por la crisis, esperan de Emmanuel Macron alguna forma de respuesta. Algunas asociaciones han comenzado por pagar sesiones de consulta a psiquiatras y psicólogos para los agricultores que aceptan someterse a esa terapia médica, quizá insuficiente para abordar la tragedia colectiva.