Las muertes por suicidio se han convertido en los últimos años en la principal causa de defunción no natural en la provincia de Huelva, muy por encima de los accidentes de tráfico y los homicidios o asesinatos. De hecho, en el último año registrado (2018), los suicidios en Huelva casi doblan el número de fallecidos en accidentes.
De acuerdo con los datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística (INE), 2017 terminó con 29 fallecidos por suicidios y lesiones autoinfligidas, mientras que 17 personas perdieron la vida en la carretera.
Unas cifras que adquieren aún más relevancia en el contexto actual en el que nos encontramos, en plena pandemia del Covid-19.
La irrupción del coronavirus no sólo ha trastocado muchas de las actividades previstas (sobre todo, las presenciales) por asociaciones que trabajan en la prevención de este problema, sino que ha supuesto un punto de inflexión en cuanto a las consultas relativas a esta temática.
Desde la asociación onubense El Teléfono de la Esperanza, aseguran que la actividad durante la pandemia ha sido frenética, debido al gran aumento de llamadas al servicio de intervención telefónica en situaciones de crisis.
“A causa del Covid-19 hemos tenido una actividad apabullante, tanto en el número total de llamadas recibidas, como en la gravedad e intensidad de las mismas”, cuenta Luis Benítez, presidente del Teléfono de la Esperanza en Huelva.
Además de estas intervenciones por los orientadores o agentes de ayuda, a través del servicio de 24 horas al día, los 365 días al año, se puso en marcha la web: compartevida.es, a través de la cual se han hecho miles de intervenciones por profesionales de la psicología, psiquiatría y medicina, con atención a problemática más específica o con necesidad más profesionalizada.
Aumentan las llamadas al Teléfono de la Esperanza desde la irrupción del Covid-19
Desde que comenzó la crisis del Covid-19 hasta finales de junio (desde el 13 de marzo hasta el 21 de junio) el Teléfono de la Esperanza, a nivel nacional, ha recibido 47.401 llamadas, lo que supone un incremento del 50%. Así, ha recibido una media de 474 llamadas diarias.
Entre las cuatro principales situaciones asociadas se encuentran soledad, las personas de Tercera Edad con problemas físicos, la ansiedad y los problemas derivados de la convivencia familiar.
Del total de llamadas gestionadas por el Teléfono de la Esperanza, 1.834 corresponden a temática suicida, un incremento del 97%: 1.041 han tenido que ver con ideas suicidas, 237 con crisis suicidas y 57 con suicidios en curso.
Luis Benítez Ferrero, presidente en Huelva del Teléfono de la Esperanza, explica a este diario que a través del teléfono onubense (959 28 15 15) se presta servicio continuo día y noche, por parte de profesionales de toda España, sin importar la procedencia o el perfil de la persona que llama.
“Normalmente en nuestra labor en Huelva, llegamos a miles de personas, bien de manera más determinante y directa a través de cursos, talleres, grupos de encuentro, atención telefónica, o por intervención de nuestros profesionales mediante las consultas en psicología, orientación familiar, apoyo psicológico en sede, etc., y de manera más indirecta a través de conferencias, charlas, jornadas, eventos, etc.