El 17 de marzo del año 2000 se produjo lo que hasta el día de hoy es el mayor suicidio en masa de la historia. Ocurrió en Kanunga, Uganda, y fue llevado a cabo por la secta «Restauración de los Diez Mandamientos de Dios» , liderada por Joseph Kibweteere.
Este hombre, que había sido un destacado político demócrata de los años sesenta, les aseguró a sus fieles que tanto la Virgen como Jesús habían hablado con él y le habían confirmado que el fin del mundo sería en el año 2000. Aquel 17 de marzo, luego de varios días de rituales y ofrendas, se encerraron en la iglesia y luego de cerrarla con llave y bloquear las ventanas, se rociaron gasolina para prenderse fuego.
Al comienzo se habló de 230 muertos , pero pocos días después ya se contaban más de 1000, superando en número al de Guyana en 1978, donde 914 personas se suicidaron bajo el dominio de Jim Jones. Entre los fallecidos se contaban 80 niños y se encontraron cadáveres que habían sido asesinados antes de llevar a cabo el ritual. Los cadáveres de estas personas estaban en letrinas cavadas dentro de la iglesia.