Este tipo de muertes se vio incrementado después de que se otorgara permiso a los agentes de seguridad para llevar sus armas a casa ante «la amenaza terrorista».
El primer día del año, dos policías franceses se quitaron la vida. Se trata de los primeros casos de este tipo de 2018. luego de que durante el año pasado se registrara una cantidad récord de suicidios entre las fuerzas del orden del país galo.
De acuerdo al diario Le Parisien, uno de los fallecidos tenía alrededor de 40 años y tres hijos. Se pegó un tiro al finalizar su guardia en la ciudad norteña de Dunkerque, cerca de la frontera con Bélgica. El otro oficial muerto, de más de 50 años, uso su arma de servicio para suicidarse en Quimper, en la región de Bretaña, también al norte del país.
El mismo medio recuerda que en 2017, un total de 66 policías se quitaron la vida en Francia, el número más alto del que se tiene registro en el país. Estos hechos coinciden con el permiso para llevar sus armas de servicio a casa después del ataque terrorista de París en noviembre de 2015. Esa regla temporal se hizo permanente en julio de 2016 después de que un oficial y su esposa fueron apuñalados por un yihadista.