Psicólogos coinciden en estar pendientes de señales para prevenir estas muertes.
Casi la mitad de las personas que se sintieron agobiadas y sin apoyo emocional para tomar un camino diferente al de quitarse la vida eran solteras.
El Instituto de Medicina Legal contabilizó 2.039 suicidios en Colombia entre enero y octubre de 2018. En noviembre, la cifra pasó a 2.247, con un aumento de 100 casos frente al mismo período (de enero a noviembre) de 2017.
Del total de personas que el año pasado se quitaron la vida, 1.076 (el 47,9 por ciento) eran consideradas solteras, una cifra muy superior frente a quienes estaban casados o viudos. El panorama es muy similar al de todo el 2017, cuando se reportaron 2.571 suicidios. De esos, 1.141 personas no tenían cónyuges, mientras que 334 eran casadas y 47, viudas.
De acuerdo con expertos de Medicina Legal, muchos de los solteros que optaron por el suicidio al parecer tenían conflictos consigo mismos y habrían enfrentado situaciones difíciles en sus relaciones interpersonales desde su infancia, lo que terminó repercutiendo en la etapa de madurez.
“Los solteros son más vulnerables de tomar acciones como esta porque son minoría. Investigadores en este tema vemos, en general, que las minorías sexuales, étnicas y estéticas y las personas solteras están más expuestas a una situación de mayor vulnerabilidad”, explicó el psicólogo Jaime Carmona, Ph. D. en Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, quien estuvo en la Universidad del Valle presentando un informe a docentes del alma máter sobre cómo prevenir los suicidios.
Los solteros son más vulnerables de tomar acciones como esta porque son minoría
El sentimiento de soledad también lo pueden experimentar las personas viudas, de acuerdo con Medicina Legal, pero la cifra de solteros que sienten no tener una opción de vida es casi 30 veces superior, y así lo fue en este 2018. El reporte arrojó 34 viudos hasta noviembre pasado.
Las cifras de suicidio en el país son preocupantes y revelan que se trata de un tema de salud pública que todo ciudadano debe tomar en serio y estar atento a cualquier indicio en el comportamiento de quienes pueden estar sufriendo en silencio, según recalcaron funcionarios de Medicina Legal, psicólogos y expertos de las líneas gratuitas 106 que atienden en Bogotá y en Cali casos que requieren intervención de tipo psicosocial.
Las cifras de Medicina Legal fueron publicadas al tiempo que el Ministerio de Salud presentó la nueva política de salud mental, “(…) que surge como respuesta al desafío que representa para el país el hecho de que la depresión sea la segunda causa de enfermedades mentales –siendo más frecuente en adolescentes, jóvenes y adultos, principalmente, entre las mujeres–, así como el incremento en las tasas de suicidio (pasó de 4,4 en 2013 a 5,07 por 100.000 habitantes en 2016) y de intento de suicidio (pasó de 36,1 en 2016 a 52,4 por cada 100.000 en 2017)”, informó la cartera de Salud.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien el suicidio es un asunto que nos debe preocupar a todos y la prevención y el control son posibles, esto “no es una tarea fácil”.
“Comprende una serie de actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños y el tratamiento eficaz de trastornos mentales hasta el control medioambiental de los factores de riesgo”, agrega el informe.
Carmona indicó que cuando una persona, sea soltera o no, se encuentra frente a una situación por la cual piensa que no tiene un respaldo emocional ni afectivo y se hace preguntas como ¿quién soy yo?, ¿cuál es el sentido de la vida?, podría enfrentarse a un estado de dificultad. Aclaró que el suicidio no debe verse solo como la consecuencia de una baja autoestima de la persona.
“Esta juega un doble papel. Hay quienes dicen: ‘No valgo nada’, ‘soy un estorbo’, frases que hacen parte de la narrativa de algunas de estas víctimas. Pero hay quienes sí tienen una imagen sobredimensionada de sí mismos, pero pueden tener riesgo de no ser tolerantes con la frustración”, explicó.
¿Dónde pedir ayuda?
Muchos de los que llaman a la línea 106 evidencian problemas emocionales y otros tienen conflictos para mantener una relación sentimental estable. Elizabeth Villa, directora de la línea 106 en Cali, reitera la vulnerabilidad de los solteros cuando no encuentran en su entorno un apoyo afectivo que les permita trabajar un proyecto de vida de tipo personal o laboral que los impulse a seguir adelante.
Villa coincide con los expertos de Medicina Legal en que las personas solas y que han crecido con traumas desde su niñez, sin recibir un tratamiento, no solo psicológico, podrían caer en los estados de depresión o ansiedad que pueden conducir a trágicas muertes por voluntad propia.
“Hay que saber identificar las alarmas. Si la motivación de una persona es estar encerrada en su cuarto, durmiendo, por ejemplo, no se debe asumir que allí no está pasando nada”, dijo la experta, quien señaló que muchas de las más de 13.000 llamadas que recibió en el 2018 y de las otras 19.000 del 2017 no solo fueron de solteros. También fueron de menores y adultos mayores de 60 años. Todos pidiendo auxilio porque quieren seguir viviendo, pero no encuentran una salida.
El psicólogo Carlos Javier Toro, también de la línea 106 de Cali -la cual tiene 15 años de funcionamiento- dijo que quienes están alrededor de aquellos con ansiedad, deprimidos o presentan un comportamiento particular deben saber que hay espacios de acompañamiento para que estas personas sientan que sí hay salidas distintas a la muerte, como pensar en un proyecto de vida, que las favorezca en lo laboral y en lo personal.
Conflictos y desamor
Unas de las motivaciones sobre las cuales familiares y allegados de quienes son vulnerables al suicidio deben estar muy pendientes es la manera cómo se enfrentan a los conflictos de parejas y exparejas.
Según Medicina Legal, estos conflictos se han convertido en el mayor motivo de suicidios en el país, con 246 casos hasta noviembre, mientras que 149 tenían líos económicos.
Pero también hay que considerar cómo manejar el desamor. Por esta causa, 145 colombianos entre enero y noviembre pasados acudieron a un abrupto final de sus vidas en lugar de buscar ayuda.
“Como explicación, algunas investigaciones argumentan que además de la soledad y el fracaso, la falta de apoyo social y el sentimiento de frustración del divorciado o separado pueden influir en la determinación de autodestrucción; los casados y los que se encuentran en unión libre parecen estar más protegidos contra el riesgo de suicidio que los solteros”, sostiene Medicina Legal.
Baja escolaridad
Así mismo, el psicólogo Carmona y Medicina Legal plantearon que el bajo nivel de escolaridad aparece en los registros de más casos en toda Colombia. En los primeros 11 meses del año, 711 ciudadanos que optaron por interrumpir sus vidas de manera abrupta tenían hasta educación secundaria, entre sexto y noveno grado; seguidos por 614 que habían cursado la primaria. En otros 254 casos solo tenían preescolar.
Según Medicina Legal, estos resultados se suman a otros estudios que han encontrado asociación entre el bajo nivel educativo con un aumento del riesgo. Por ejemplo, en 2017, 1.739 fallecidos en el país (87,17 por ciento) tenían hasta primaria, secundaria, preescolar, o no accedieron a ningún estudio..
El psicólogo de la Complutense explicó que las instituciones educativas ofrecen un entorno de protección y esto influye en la importancia de que los padres y docentes empiecen a trabajar con los menores, desde temprana edad, procesos para que sepan asumir las adversidades de más adelante.
La Red Papaz, que aboga por proteger los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en Colombia, indicó que los padres deben priorizar modelos de autoridad, pero más allá de castigos con agresiones o gritos para ayudar a que sus hijos sean personas capaces de asumir tropiezos emocionales.
Medicina Legal también reveló que entre octubre y noviembre pasados se mantuvieron las cifras en cuanto a que dos personas de las que decidieron quitarse la vida habían terminado la universidad, otras dos tenían posgrado y una, doctorado.
En cuanto a las personas del campo y que tienen menor escolaridad, según Carmona, su vulnerabilidad de caer en esta conducta es mayor. En esa condición hubo 88 casos el año pasado en el país.
A su vez, son más los hombres afectados que las mujeres. El psicólogo agregó que las mujeres tienen mayor capacidad para desahogarse, mientras que los hombres, quizá por no mostrarse vulnerables, acumulan una carga de sentimientos que puede terminar por agobiarlos.