puestas, estrategias e intervenciones integrales». Besarkada-Abrazo ha explicado en una nota que representa «a muchas personas que sienten el mismo dolor y tienen las mismas vivencias que nosotros: en los últimos 10 años, más de 3.000 personas en Navarra se han visto afectadas por un suicidio cercano». La asociación ha animado a la sociedad a sumarse a un acto en el Civivox Iturrama de Pamplona este viernes, Día Internacional del superviviente al suicidio. El acto será a las 19 horas y en él intervendrán Yoryina Pérez San Pedro, superviviente; Eduardo Sáinz de Murieta, comisario principal del Área de Investigación Criminal de Policía Foral; y Gabriel González (periodista y autor del libro ‘Hablemos del suicidio’. Según señalan, «esta forma de morir, rodeada de estigma, viene acompañada por el silencio, un silencio que impide tomar conciencia de que es un problema real, cercano, que afecta a familias, a vecinos, a conocidos y amigos, un problema del que nadie está libre de verse afectado, ya que se da y se ha dado en todas las clases sociales, en todas las edades y en todos los países, un silencio que, como dice una superviviente catalana, mata». Besarkada continúa señalando que «son muchas las emociones y las preguntas que, en esta vivencia de duelo, nos hacemos constantemente y, como resultado de esta búsqueda, hemos aprendido cosas que antes desconocíamos: cómo darnos cuenta, cómo detectar las señales de que alguien está considerando el suicidio como una solución a sus problemas, cómo buscar y recurrir a los recursos de ayuda». «Pero en nuestra comunidad, esto no se sabe. Las personas y su entorno más cercano no saben qué hacer, cómo actuar ni dónde acudir ante un caso de riesgo de suicidio», ha indicado. Así, explican que «los supervivientes nos enfrentamos día tras día al reto de vivir, a las rutinas diarias, al examen social al que nos vemos sometidos y esto es muy duro, por eso necesitamos ayuda, una ayuda que nos gustaría sentir con más intensidad, una ayuda más terapéutica en la que percibamos comprensión y compasión, una compasión entendida como un punto de mira desde donde no se juzga, desde donde se empatiza con el dolor y desde donde se presta el apoyo necesario para que podamos normalizar nuestras vidas». «No nos ayudan actitudes de evitación, consejos permanentes sobre cómo llevar nuestro dolor, las premuras que nos imponen para nuestra recuperación, aunque sabemos que, generalmente, se hace con la mejor intención», han añadido. Besarkada ha señalado que «el suicidio es la primera causa de muerte externa, aunque, anteriormente, eran los accidentes de tráfico». «En cifras, eran 6.098 frente a 3.400 suicidios. Esto ha cambiado mucho y ahora, tras reiteradas y efectivas campañas de la DGT, las muertes por accidentes de tráfico son 1.890, casi la mitad de las 3.569 muertes por suicidio. ¿Existen campañas o planes para prevenir el suicidio? Lamentablemente tenemos que decir que no, con alguna excepción como en Valencia donde se pueden encontrar carteles en los autobuses municipales, en el metro, en toda la ciudad. ¿Por qué en Navarra no se adoptan las buenas prácticas de otros lugares?», ha planteado En el ámbito nacional, ha lamentado que «seguimos sin un plan de prevención, ni siquiera un plan que coordine las distintas iniciativas comunitarias». «Hace pocos meses tuvo lugar una prometedora reunión convocada por el Ministerio de Salud, a la que asistieron numerosos agentes sociales, con el objetivo de elaborar un plan nacional de prevención. Distintos acontecimientos políticos han eclipsado esta iniciativa, de la que nada se sabe», ha apuntado. En el caso de Navarra, ha explicado que existe un protocolo de prevención elaborado en 2014 que ha servido de guía para otras iniciativas autonómicas, «pero de dicho plan apenas se conocen acciones y da la sensación de que está dormido». «También existe una comisión interinstitucional que abarca numerosos ámbitos de la prevención. Pero nos gustaría que la Administración actuara con más intensidad y ambición, con más propuestas, estrategias e intervenciones integrales. No se puede abordar el problema del suicidio únicamente desde el ámbito médico. Lo dice la Organización Mundial de la Salud: se debe abordar desde diferentes dimensiones e implicar a todos los agentes sociales que intervienen en el ámbito psicosocial», ha señalado. Además, Besarkada-Abrazo ha afirmado que «nada de todo esto se puede hacer si no se cuenta con recursos y presupuesto, nuestros políticos no contemplan el suicidio y sus efectos como una cuestión de salud prioritaria en su agenda». Según ha destacado, «ha llegado el momento de pasar de la teoría a la práctica, de reivindicar un plan que contemple acciones integrales, tanto en la prevención como en la intervención». «Basta ya de palabras vacías. Se necesita abordar el problema con compromiso, con recursos, con firmeza y con buenos profesionales», ha señalado. La asociación ha lamentado que, «como en otros asuntos y necesidades psicosociales, nuestra administración va a un ritmo lento, muy lento, bastante más lento que el que nos gustaría a los que estamos comprometidos en la prevención y la intervención de la conducta suicida».
Supervivientes del suicidio urgen a los gobiernos a «un compromiso prioritario» con la prevención
La asociación Besarkada-Abrazo, integrada por personas afectadas por el suicidio de un ser querido, ha reclamado a los gobiernos «un compromiso prioritario» con la prevención del suicidio y, en concreto, ha demandado que la Administración foral actúe «con más intensidad y ambición, con más pro