El hijo de la víctima avisó a la Policía al advertir que su padre intentaba quitarse la vida
Todo pasó en cuestión de minutos. El Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional recibió hace una semana una llamada. Un joven alertaba de que su padre tenía la intención de quitarse la vida en su domicilio del centro de Oviedo. Sin pensárselo dos veces los agentes, un hombre y una mujer, se trasladaron rápidamente al lugar de los hechos y entraron en el domicilio con la prioridad de localizar cuánto antes a la posible víctima. En una de las habitaciones encontraron a F. G. A., que había intentado ahorcarse. Cortaron la cuerda e iniciaron las maniobras de reanimación, ya que presentaba síntomas de ahogamiento y rigidez.
Consiguieron reanimarlo, mientras el hijo de la víctima era quien avisaba a los sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de lo que había pasado, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias ayer, a través de una nota de prensa.
El hombre una vez estabilizado empezó a respirar con dificultad y los «ángeles de la guarda». como los define con orgullo de compañeros el comunicado de la Jefatura Superior de Policía, le acompañaron hasta que los médicos llegaron al lugar de los hechos. Allí, le examinaron y después procedieron a su traslado al centro sanitario de La Cadellada.
Esta no es la primera vez que los integrantes del Grupo de Atención al Ciudadano salvan vidas por segundos. Cada año, explica el comunicado policial, reciben cursos para afrontar este tipo de situaciones difíciles que encuentran en su trabajo. Situaciones en las que, en décimas de segundo, tienen que decidir una respuesta adecuada para que el final sea como en esta ocasión: feliz.