Madrid, 23 mar (EFE).- El psiquiatra Enric Armengou -asesor del ministerio de Sanidad en el plan nacional de prevención de suicidio- ha instado a los docentes a escuchar de forma activa, conectar con el sufrimiento del alumno y preguntar abiertamente ante tentativas o amenazas de estudiantes para terminar con su vida.
Madrid, 23 mar (EFE).- El psiquiatra Enric Armengou -asesor del ministerio de Sanidad en el plan nacional de prevención de suicidio- ha instado a los docentes a escuchar de forma activa, conectar con el sufrimiento del alumno y preguntar abiertamente ante tentativas o amenazas de estudiantes para terminar con su vida.
«Hay que conectar con la neurona espejo del adolescente y preguntar abiertamente, porque está demostrado que interpelar por el suicidio no despierta la ideación. ¡Al revés!», ha dicho este jueves Armengou, también miembro del Patronato del Teléfono de la Esperanza y prevención del suicidio de Barcelona.
Armengou ha participado en la I Jornada sobre autolesión y conducta suicida, organizadas por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y el grupo de centros de salud mental ITA esta semana, en la que ha insistido en que el adolescente «tiene necesidad de compartir siempre, aunque sea un chico rarísimo».
El psiquiatra ha hablado sobre la soledad no deseada en el adolescente como factor desencadenante de la ideación suicida y la conducta autolesiva, y ha alertado de los problemas de slaud mental mentales que generan las redes sociales: «al compararnos con los influencers no aceptamos lo que tenemos».
«Si a eso se le añade la falta comunicación y no se trabajan las relaciones, la vivencia de soledad es más grande», junto al hecho de que al adolescente se le vende que ha de ser feliz y que puede ser lo quiera ser, lo que, ha dicho, no es así.
Ha revelado que el teléfono de la esperanza de Barcelona recibe un 56% de llamadas de mujeres y de un 44% de hombres, de las que un 1 % corresponden a menores de 17 años; el 28 % a personas de entre 18 y 29, y el 21 % a la franja de 30 y 39; mientras que el 25 % está entre los 40 a 49, un porcentaje igual al de los mayores de 50.
También se ha referido a los datos del Código Riesgo Suicidio (CRS), un programa preventivo de la Generalitat, que revela que entre 2014 y 2022 un total de 25.207 personas han tenido 30.693 episodios de conducta suicida, de los que 8.884 eran hombres (35,2%) y 16.287 mujeres (64,6 %). Ha habido 21.360 adultos (84,7 %) y 3.811 menores (15,1%).
Para la prevención del suicidio ha subrayado la necesidad de ayudar al adolescente a salir del aislamiento y ha destacado que los pensamientos de «estoy solo, soy un estorbo y soy capaz» son puntos claves de la conducta suicida.
También cree importante facilitar la conexión con cualquier teléfono que permita abrir a los demás los problemas que se sufren, así como potenciar el propósito de vivir y alejar los medios letales de la persona con intención suicida.
Además, recomienda a familias y docentes abrir los ojos cuando el adolescente se aleje del contacto con familia y amigos, incremente el consumo de alcohol o drogas, tenga cambios en el carácter o comente en redes que es una carga para seres queridos. EFE