Isabel Irigoyen, psiquiatra del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, cree que el actual nivel de insatisfacción personal de los niños y adolescentes es «muy preocupante» y que se están generando generaciones «muy frágiles»
Los suicidios en menores de 30 años han aumentado casi un 8% en un año y se consolidan como la primera causa de muerte, por delante de los accidentes de tráfico y los tumores. Isabel Irigoyen, psiquiatra del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, ha destacado este lunes en el programa Buenos Días, de Aragón TV, que el actual nivel de insatisfacción personal de los niños y adolescentes es «muy preocupante» y que se están sucediendo generaciones «muy frágiles».
Según Irigoyen, se trata del primer año en el que se superan las cifras de suicidios en España desde que hay registros, aunque Aragón se sitúa por debajo de la media. «Las cifras son muy trágicas. Entre los 15 y los 29 años es la primera causa de muerte. Solemos tener cada año en la Comunidad entre 12 y 15 suicidios, pero por debajo de los 14 años también solemos tener cada año un suicidio. Sin duda, es una tragedia que afecta a estas edades», ha indicado.
La experta ha resaltado que los cambios de valores en la sociedad está afectando especialmente a los más jóvenes: «Los adolescentes son un reflejo de la sociedad en la que vivimos y la sociedad ha cambiado mucho. Se detecta por parte de todos un malestar emocional, siendo que vivimos en una época social en la que tenemos todas nuestras necesidades básicas aseguradas, pero el nivel de insatisfacción personal de los niños y de los adolescentes es francamente muy preocupante».
En este sentido, Irigoyen ha comentado que en la actual sociedad se vive de una forma «muy individualista», donde los valores en los que se ha ido educando a generaciones anteriores han cambiado «radicalmente». Eso está provocando que se estén produciendo generaciones «muy frágiles», de cara a poder tolerar las frustraciones o el malestar. «Las de antes eran más fuertes, soportaban mejor todo y tenían más herramientas», ha añadido.
Adolescentes y mayores de 70, los grupos de riesgo
La falta de relaciones interpersonales y el contacto social, derivado del aumento del uso de las tecnologías, también está afectando la salud mental de los jóvenes. «Todos sabemos lo importante que es sentirnos identificados con amigos, tener un grupo, estar bien aceptados, y si esto no ocurre es un factor más de riesgo para precipitar el suicidio», subraya la psiquiatra, quien apunta también que el suicidio es una realidad muy compleja que no se puede atribuir nunca únicamente a una sola causa: «Sería hacer un análisis muy sencillo y muy equívoco. Una de cada dos personas que se suicida, principalmente personas mayores, tienen una depresión, que a veces pasan desapercibidas. Todavía hay estigma, pero en el caso de los adolescentes, prima más la impulsividad, el no pensar a la hora de tomar las decisiones».
Junto a las enfermedades mentales, Irigoyen también destaca el consumo de tóxicos o situaciones familiares y sociales como otros factores que influyen en el suicidio. «Es un puzzle complejo, en el que tiene que haber un grupo de piezas que se reúnan y a veces no hay más que un detonante, algo que da el pistoletazo de salida, para empezar a pensar que estarías mejor muerto».
Según Irigoyen, la pandemia ha empeorado la situación de muchos jóvenes, aunque cree que lo que más les afecta es el cambios en los valores. «Unicef ya hizo un estudio en 2019, antes de la pandemia, donde avisaba de que esto ya estaba pasando», ha aseverado.
Finalmente, la psiquiatra del Hospital Universitario San Jorge de Huesca ha comentado que el suicidio en todas las franjas de edad es tres veces mayor en varones que en mujeres y ha alertado del problema en los varones de más de 70 años: «Son el grupo de mayor de riesgo que hay en Aragón, especialmente cuando se juntan factores como pueden ser enfermedades, la pérdida de red social, el insomnio, el dolor, o una merma económica».