urante los últimos meses ha aumentado el número de visitas por autolesiones
Los intentos de suicidio entre niños y jóvenes han crecido cerca de un 30% en Cataluña con la llegada de la pandemia. Es un dato extraído del Código Riesgo de Suicidio de la Generalitat, que avanza SER Cataluña, y que confirma la ola de enfermedades mentales que ya hace tiempo que alertan los expertos. Durante el 2020 -el año de la pandemia- no sólo crecen estas tentativas, sino que los centros de salud mental de menores están diagnosticando, principalmente, trastornos de ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria. El Departament de Salut alerta también que, durante los últimos meses, han crecido el número de consultas por autolesiones.
«Siento que estoy perdiendo un poco la vida»: la fatiga pandémica invade especialmente a los jóvenes
En el Hospital de Día de Adolescentes del Parc Taulí (Sabadell), vieron que las tentativas de suicidio empezaban a crecer a partir del mes de noviembre. El coordinador del centro, Joaquim Puntí, explica que la vuelta a la escuela y las restricciones de la pandemia han estresado más a los jóvenes que durante el mes de marzo. «Cuando apareció el confinamiento total, para muchos adolescentes se retiró el estresor académico, pero fue un efecto a corto plazo. Durante el último trimestre del año, estos estresores han vuelto con el inconveniente de que no había actividad social «, dice Puntí. Detalla que el grupo de edad donde las conductas suicidas tienen más incidencia se mantiene entre los 14 y los 17 años, como antes de la pandemia.
La organización Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes considera que el aumento de intentos de suicidio es alarmante y pide ser «muy cuidadosos» a la hora de tratarlos. «Es muy importante que los trastornos se puedan resolver bien en estas edades para que no tengan consecuencias en un futuro», explica Cecília Borràs, la presidenta de la asociación.
Según el Departament de Salud, desde la primera ola de la pandemia, los diagnósticos de las primeras visitas tienen que ver, sobre todo, con la ansiedad y con la conducta alimentaria. La coordinadora del Hospital de Adolescentes de la Fundación Althaia de Manresa, Anaís Lara, relaciona el aumento de enfermedades como la anorexia nerviosa con el aislamiento, el desorden de horarios y «los mensajes de las redes sociales que nos iban diciendo ‘vigila que te puedes engordar». Explica que el aislamiento social es un factor de riesgo para padecer cualquier trastorno mental. En el caso de los adolescentes, formar parte de un grupo y contactar con iguales es una necesidad básica y el hecho de no tenerla cubierta les está pasando factura.