El teléfono 900 925 555 es gratuito, funciona las 24 horas del día y los 365 días al año. El servicio se puso en marcha en el marco de la estrategia y plan de choque en salud mental del Ayuntamiento
En el mes de agosto el Ayuntamiento de Barcelona, con la guía de la Fundación Ayuda y Esperanza, habilitó el teléfono de atención gratuito 900 925 555, que estará operativo las 24 horas para atender todas las llamadas en las que se presenten ideas o conductas suicidas.
Ahora, después de un mes de funcionamiento de este servicio de prevención del suicidio y tras 130 llamadas atendidas, se ha puesto de manifiesto la importancia que tiene esta cuestión y la necesidad de un espacio abierto y accesible donde poder hablar.
Las 130 llamadas recibidas, de las cuales el 62% han sido hechas por mujeres, responden a diferentes tipologías. El teléfono ha atendido desde personas con conductas o intenciones suicidas o con episodios pasados de tentativas, hasta familiares o amigos de personas con riesgo de suicidio y de personas muertas por suicidios.
El teléfono de prevención del suicidio está operativo las 24 horas del día y los 365 días del año. Cuenta con una presencia diaria de cinco personas voluntarias, que son seleccionadas, formadas y capacitadas para atender este tipo de llamadas y cuenta con la coordinación y supervisión de personal del ámbito de la psicología y con un comité de expertos/as con profesionales vinculados al Código Riesgo Suicidio de la Generalitata de Catalunya, el 061, los hospitales de Sant Pau, del Mar y Sant Joan de Deu, la Universitat Autónoma de Barcelona, la Universitat de Barcelona y asociaciones de apoyo ya existentes, entre otros.
En los casos en que la persona que llama manifiesta intenciones, pensamientos o conductas suicidas, el protocolo de atención consiste en acogerla, evaluar el riesgo en base a las circunstancias y contexto personal en ese momento, y realizar un acompañamiento emocional sin juzgar ni tratar de convencer, sino de mostrar interés por sus necesidades, ser respetuoso validando y legitimando sus emociones y reconocer el sufrimiento. En los casos de riesgo alto y suicidio en curso, el protocolo establece los pasos para contactar y activar los servicios de emergencia correspondientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que por cada suicidio consumado hay unos 20 intentos. Esto, sólo para la ciudad de Barcelona, supondría que se pueden producir unos 2.000 intentos cada año. Además, ante una muerte por suicidio, hay que tener en cuenta que además de la pérdida humana se calcula que hay unas 6 ó 7 personas del entorno más inmediato afectadas de manera grave y directa por esta muerte. De hecho, en Barcelona el suicidio es la primera causa de mortalidad en hombres de 15 a 44 años de edad, mientras que en el caso de las mujeres es la segunda causa por detrás del cáncer de mama.
La activación del teléfono de prevención del suicidio forma parte de la estrategia del Ayuntamiento de Barcelona enmarcada en el plan de choque de salud mental para hacer frente a la crisis generada por la pandemia de la Covid-19 y que está dotado con 1,5 millones de euros.