La prevención del suicidio es una de las líneas prioritarias dentro del Plan Estratégico de Salud Mental 2018-2020 de la Comunidad de Madrid. Así lo explica Mercedes Navío, coordinadora de la Oficina de Salud Mental. “Son numerosas las acciones preventivas que estamos llegando a cabo”, explica, al tiempo que insiste que el objetivo marcado por la Administración es seguir intensificando las iniciativas.
Actualmente, Madrid destaca por la puesta en marcha de programas de prevención del suicidio en el Hospital 12 de Octubre, la Fundación Jiménez Díaz, el Hospital Gregorio Marañón y el Hospital Universitario La Paz. La intención, dice, es extender estos programas al resto de hospitales. De hecho, “los hemos evaluado y han sido objeto de publicación científica en revistas internacionales, ya que está demostrado que se consigue reducir riesgo de repetición de intento de suicidio”.
Otra de las acciones puestas en marcha son las guías. Además de las que están editadas —guías de autoayuda, para familiares, para profesionales y docentes— se suma la Guía para familiares en duelo por suicidio, es decir, para supervivientes, “enfocada para ayudarles en el duelo y para, de manera conjunta y con el compromiso social que la prevención del suicidio requiere, no dejar a nadie por el camino, y particularmente a las personas que lo sufren”.
En materia de formación, Navío repasa que continúan con la formación masiva tanto en atención primaria como en SUMMA, a médicos y enfermeras y además con la incorporación de los psicólogos clínicos al SUMMA, dentro del programa PsicoSUMMA.
A nivel autonómico, la coordinadora comenta que Madrid tienen un desarrollo muy amplio. Lo cierto es que muchas comunidades también han puesto en marcha iniciativas aunque “existe una heterogeneidad en el grado de implantación”. La experta, por tanto, considera que a nivel nacional sería deseable que existiera una actuación, “ya sea Plan o Estrategia, pero que establezca las líneas generales en materia de prevención del suicidio y que recoja las experiencias autonómicas que han resultados exitosas”, apunta. Una de las iniciativas, de hecho, que el Ministerio de Sanidad ha barajado poner en marcha es un teléfono de ayuda, algo que, según Navío, podría beneficiar en la prevención del suicidio.
Con la mente en una actuación nacional, es inevitable pensar en los recursos necesarios y por ende en la financiación. Navío explica que existen actuaciones de prevención que son reorganizativas, aunque, eso sí, hay otras que precisan de financiación específica. A pesar de ello, no cree que sea “limitante la financiación para la prevención del suicidio, creo que lo que hace falta es voluntad”.
En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, el objetivo fundamental es identificar a la población de riesgo así como la identificación del riesgo. Por ello insisten en las campañas de sensibilización. “Conseguimos hacer visible este problema y facilitar que la persona con tentativa de suicidio pida ayuda”.
Gracias a esto lo que se ha conseguido es dar visibilidad a la conducta suicida. “Queremos luchar contra el mayor enemigo de la prevención que es el tabú social”, explica. Lo cierto es que paso a paso se va avanzando y “vamos a seguir en el camino de intensificar las actuaciones y ampliarlas, siguiendo, en definitiva, las estrategias multinivel que la OMS y la Alianza Europea contra la Depresión consideran que son las adecuadas”, acota la experta.