Se establecen como causas el acoso escolar, la falta de apoyo familiar que existía antes y el estigma de las enfermedades mentales
El aumento del número de suicidios de jóvenes escolares Japón, ha causado alama entre las autoridades niponas. Los suicidios de jóvenes en Japón han alcanzado su nivel más alto en tres décadas el año 2017. Aunque Japón ha logrado reducir los suicidios en general, no ha sido así entre los jóvenes, adolescentes y niños en edad escolar.
¿Por qué? De hecho, el suicidio es la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de Japón, mientras que a nivel global los suicidios pasaron de 34.500 anuales en 2003 a unos 21.000 en 2017, debido, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la toma de medidas preventivas para evitar el suicidio. Entonces, ¿por qué los suicidios aumentan entre niños, jóvenes y adolescentes? Veremos que la falta de apoyo familiar y el acoso escolar son causas importantes.
En el año 2017 se registraron 250 suicidios entre niños de edad escolar, la cifra más alta desde 1986, según datos del ministerio de Educación japonés. Este ministerio comenzó una investigación a fondo, y la primera cosa que advirtió es que la mayoría de los escolares no dejaban ningún escrito explicando el motivo por el que se suicidaban. Otros dejaron algún escrito y atribuían su suicidio al acoso escolar y a los problemas familiares.
Un dato relevante es que los suicidios tienen su punto más alto a primeros de curso, en septiembre. Esto, según se especula, es debido a la presión que tienen los alumnos al comenzar un nuevo curso tras las vacaciones de verano. Por otro lado, las enfermedades mentales siguen siendo un tabú en Japón, y por lo tanto si los niños sufren ansiedad, depresión o alguna anomalía mental, simplemente no lo cuentan y en consecuencia no reciben ayuda.
Según los expertos, las escuelas normalmente no están bien equipadas para lidiar con las enfermedades mentales de los estudiantes y, en general, la educación sobre los padecimientos mentales es deficiente. “Los profesores están ocupados y no pueden responder a cada alumno en muchos casos”, dijo Yuki Kubota, profesor de Psicología Clínica en la Universidad Kyushu Sangyo al New York Times.
“En Japón, el más grande problema es que hay un mayor estigma sobre los problemas de salud mental que en otros países”, comentó Vickie Skorji, directora de la línea de ayuda de TELL, un servicio de terapia e intervención de crisis en Tokio. “Es más probable que te acosen en la escuela y menos probable que obtengas apoyo de los servicios de ayuda o comprensión por parte de tus padres”.
“Creo que las redes de apoyo para niños han estado debilitándose”, señaló Yoshitomo Takahashi, profesor y psiquiatra de la Universidad de Tsukuba al diario neoyorkino. “Ahora no podemos esperar lo mismo que solíamos de las familias. No podemos esperar que los padres o los abuelos proporcionen el apoyo que solían proveer. En tal situación, los niños se quedan solos”.