En menos de 20 años, el número de personas que se quitan la vida ha crecido un 33%
La caída es leve pero inquietante. Según un informe del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC, siglas en inglés), los suicidios y las sobredosis de drogas crecen de manera preocupante en Estados Unidos, lo que ha provocado una caída en la esperanza de vida de los estadounidenses. De acuerdo con las estadísticas de 2017, más de 2,8 millones de estadounidenses murieron ese año, unos 70.000 más que en 2016. Es el mayor número de muertes en un solo año desde que el Gobierno Federal comenzó a contar fallecimientos hace más de 100 años. El resultado es que la esperanza de vida ha caído de 78,7 años a 78,6.
“Estas duras estadísticas son una llamada de atención que nos dice que estamos perdiendo a muchos americanos demasiado pronto y demasiado a menudo por causas que son prevenibles”, asegura en un comunicado el doctor Robert Redfield, director del CDC.
La tasa de suicidios de 2017 es la más alta de los últimos 50 años, lo que significa un crecimiento alarmante al situarse como la segunda causa de muerte entre personas de 10 a 34 años de edad, y la cuarta entre adultos de 35 a 54 años. El año pasado, cerca de 47.000 personas se quitaron la vida, lo que supone un 33% de incremento en los suicidios en menos de 20 años. En ocasiones, se habla del tema como una emergencia de salud pública, pero sigue siendo un estigma que queda fuera de los grandes titulares o de las políticas legislativas.
El país se encuentra en su periodo más largo de caída de la esperanza de vida desde finales de 1910, cuando la combinación de la Primera Guerra Mundial y la peor pandemia de gripe de la historia moderna se cobró la vida de cerca de un millón de norteamericanos. La expectativa de vida en 1918 era de 39 años. “Nunca hemos visto algo como lo que ahora sucede”, incide Robert Anderson, al frente de las estadísticas de suicidios dentro del CDC.
Las 10 primeras causas de muerte entre la población de Estados Unidos de acuerdo con las estadísticas de 2017 son, por este orden: las enfermedades del corazón, cáncer, lesiones no intencionales, enfermedades respiratorias inferiores crónicas, accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, diabetes, gripe y neumonía, enfermedad renal y suicidio.
De ellas, solo han disminuido las muertes por cáncer y han aumentado en otras siete categorías, entre ellas las causadas por suicidios, diabetes o Alzheimer. Un dato a resaltar es que la tasa de fallecimientos por enfermedades del corazón –el asesino número 1 del país- ha dejado de caer. Esto supone que en años anteriores, al ser menor el número en esas muertes, se compensaba por el incremento en otras. Pero ya no sucede así.
Según informa la agencia de noticias Associated Press, el CDC no especula con las causas que hay detrás de la caída en la esperanza de vida, pero en palabras del doctor William Dietz, experto en prevención de enfermedades de la Universidad George Washington, se puede deber a lo que él llama “desesperanza”. “Creo firmemente que la gente está cada vez más desesperanzada, lo que les lleva a consumir drogas, y potencialmente al suicidio”.
Las muertes por sobredosis de drogas han tenido un aumento sostenido desde 1999. Pero en 2017 murieron 70.000 personas por esa causa, el triple de las cifras de 18 años atrás, lo que convierte el dato en una epidemia en la historia de Estados Unidos.