Entrevista a Beatriz Vallejo Sánchez, psicóloga clínica del Sescam
Un alto porcentaje de personas con un intento de suicidio o suicidio consumado ha acudido a una consulta de Atención Primaria el mes anterior
Beatriz Vallejo Sánchez (Madrid, 1979) es psicóloga clínica y trabaja en el equipo de coordinación regional de Salud Mental. Desde su departamento, dependiente del Sescam, están volcados en luchar para la mejora de la prevención y la atención de la conducta suicida. Para ello, se han puesto en marcha diferentes acciones, como parte de las estrategias de prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas; entre ellas, cursos de formación a los profesionales de Atención Primaria (AP), ya que un alto porcentaje de personas con un intento de suicidio o suicidio consumado ha acudido a una consulta el mes anterior. En 2017 hubo 157 suicidios en Castilla-La Mancha (son los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, INE).
¿Simplificamos los motivos de un suicidio?
Sí, el suicidio es un fenómeno muy complejo que se puede atribuir a muchos factores: personales, de salud, socioeconómicos o educativos. No se puede llegar a ese reduccionismo de que una persona se suicidó porque tenía una depresión. Tampoco es fácilmente predecible. Ni todas las personas con depresión se van a suicidar, ni todas las personas que se suicidan padecen depresión. Aunque es cierto que detrás siempre suele haber un inmenso sufrimiento y desesperanza, es importante no presentar los casos de suicidio como si fuesen una salida a los problemas. Además, se presentan los casos de suicidios como hechos individuales, cuando, en mi opinión, se tratan de fracasos de toda la sociedad. En este campo, los medios de comunicación deben tener una utilidad pública e informar de que el suicidio es algo complejo; que en esas situaciones hay determinados recursos, como sanitarios y de urgencias, 112, el Teléfono de la Esperanza o asociaciones como Redaipis, a los que se puede acudir y recibir una determinada ayuda ante una crisis que es desesperada pero temporal.
¿Por qué no se investigan los suicidios? ¿Por qué no se hace un seguimiento para conocer el origen?
Es necesario mejorar el conocimiento del suicidio. ¿Qué pasa? Pues, generalmente, no hay medios suficientes. Por ejemplo, una metodología que se suele utilizar para investigarlos, cuando las causas no son claras, son las autopsias psicológicas. Sin embargo, los profesionales de los institutos de Medicina Legal no suelen contar con medios personales, económicos, de tiempo,… para realizar esa labor. Existen políticas europeas que promocionan la investigación en la prevención del suicidio, pero no existe un plan de prevención en España.
¿Por qué se dedica tanto dinero a investigar accidentes de tráfico y no a esclarecer suicidios?
Muy buena pregunta, pero yo no tengo la respuesta. Es algo incomprensible, ya que el suicidio y los problemas de salud mental afectan a muchas más personas que los accidentes de tráfico. Quizá sea una cuestión de falta de visibilización y sensibilización con respecto al problema por parte de toda la sociedad. Y también a la falta de medios en general dedicados a la investigación o a políticas de prevención.
¿Cómo se siente una persona que ha perdido a un familiar por suicidio?
Hay un gran tabú no solo asociado al suicidio, sino a los problemas de salud mental en general, incluso a la muerte. Los familiares de una persona fallecida por suicidio tienen sentimientos de culpa asociados, vergüenza, estigma,… pero esto no quiere decir que todos no quieran hablar de ello. Cada familiar, cada superviviente por una situación de suicidio, va a afrontarla de una manera diferente. Puede que quiera hablar o no, no lo sabemos. Pero podemos preguntarle, estar disponibles, darle un espacio para que pueda hablar, escucharle, hablarle sin prejuicios;… no juzgar, no criticar, sino acoger. Preguntas tan inocentes como «¿No te diste cuenta?» pueden hacer mucho daño. Aunque en muchas ocasiones los suicidios suceden sin advertencia previa, la persona suele dar señales, pero no todos saben interpretarlas. De ahí que sea tan importante la información, porque toda la población puede estar atenta ante determinadas señales. Todos podemos contribuir en la prevención.
¿Hay señales más evidentes?
Hay verbales como no verbales, aunque no siempre predicen un suicidio. Expresiones negativas de la persona sobre sí misma: «Soy inútil, no valgo para nada». O sobre la vida en general: «La vida no tiene sentido, nunca voy a poder conseguir solucionar este problema». También otras relacionadas con la muerte: «No merece la pena vivir». Son las señales verbales más evidentes. Luego hay otras no verbales que probablemente se perciben pero uno, quizá, no sea capaz de relacionarlas con el suicidio, porque es algo que uno nunca llega a creer. Pueden ser cambios bruscos en la forma de ser de la persona (irritable, deprimido,…) o que se empiece a aislar de repente. O determinadas conductas, como hacerse un seguro de vida de forma repentina. Los familiares pueden percibir que algo está cambiando, pero no saben qué. Es importante conocer las señales principales y estar atento para actuar, ofrecerle ayuda, pero sin criticar, sin juzgar; intentado empatizar con ella, entender cuáles son los motivos de ese malestar, ayudándole a ver que, quizá, se trate de una situación temporal que puede tener solución: «Dime lo que necesitas, si quieres yo te acompaño para que veas a un profesional…». Porque la mayoría de personas que intentan o consuman un acto suicida suelen haber hablado con al menos alguna persona cercana.
¿También han acudido al médico?
Sí. En el mes previo a consumar un suicidio, un gran porcentaje ha pasado por Atención Primaria. Muchas de ellas no han manifestado directamente ideación suicida, pero pueden haber manifestado síntomas depresivos, entre otros. De ahí la importancia de formar a determinados profesionales sanitarios, sobre todo los de Atención Primaria, que suelen tener un papel muy relevante porque suelen tener una confianza más directa con sus pacientes, suelen conocerlos mejor, a ellos y a sus familiares. Hay otros profesionales que también tienen que estar muy atentos, como del ámbito educativo, servicios sociales y otras especialidades médicas.
¿Es fácil determinar un suicidio?
Están infraestimados. Hay muchos casos que son suicidios, pero que no se recogen como tales. Un suicidio no se reconoce como tal a menos que sea evidentísimo o que la persona haya dejado una nota. En los datos del Instituto Nacional de Estadística hay muchos casos de sucesos supuestamente accidentales que, ante la falta de datos, no se registran como suicidios. Si en España se investigasen mejor esos casos, quizá resolveríamos muchas dudas. Habría que potenciar el conocimiento y la recogida de datos en general a nivel estatal, lo que ayudaría a una mejor comprensión y a la prevención.
Se han incrementado los casos entre menores de 18 años.
En los últimos años, las cifras de suicidios se han mantenido en general, pero han aumentado en el caso de menores de 18 años. No son los que más consuman, pero sí están entre los que más lo intentan. Y más impactan. Hay que tener en cuenta que el haberlo intentado una vez, es el principal factor de riesgo para que haya un nuevo intento. Hay determinadas edades en las que no se registran suicidios. Y, a medida que aumenta la edad, también aumentan el riesgo y los casos, sobre todo en personas mayores de 65 años, que son otra población de riesgo.
¿Ha tenido cerca casos de amigos o familiares?
En familiares y amigos, no; en conocidos del pueblo, sí. Todos conocemos a alguien.
¿Se reacciona de otra manera al ser un profesional?
¡Qué decirle! No lo sé. Cada persona reacciona de una manera, aunque seas un profesional. Tener conocimientos en el tema no quiere decir que vayas a reaccionar mejor. Depende de muchas variables, tus recursos, de la ayuda familiar o profesional que recibas… Es probable que el hecho de tener conocimientos te ayude a afrontarlo mejor, conozcas los recursos de ayuda a los que puedes acudir, pero no te lo asegura.
¿Distingue el suicidio clases sociales?
No, aunque es verdad que hay determinados factores de riesgo que lo predisponen. El suicidio es un fenómeno complejo.