El presidente de la Sociedad Española de Suicidología, Andoni Anseán, ha lamentado hoy que alrededor del suicidio hay «muchos mitos, prejuicios y ocultismo», también en parte en el entorno clínico, y ha demandado una planificación preventiva para evitar que una persona se quite la vida en España cada dos horas y media.
Anseán, que también preside la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, ha hecho estas declaraciones en Mérida, momentos antes de intervenir en las I Jornadas Autonómicas de Salud Mental de Extremadura «Hablemos del suicidio».
En declaraciones a los medios ha precisado que diez personas fallecen al día en España por suicidio, una cada dos horas y media, lo que aproxima las víctimas anuales a las cuatro mil, el doble que en accidentes de tráfico y 80 veces más que por violencia de género «sin que exista una planificación preventiva».
El presidente de la Sociedad Española de Suicidología ha explicado que se suele pensar que las personas que lo intentan en repetidas ocasiones no van a consumar nunca el acto, que son llamadas de atención y que es «el paciente reincidente al que no hay que hacer mucho caso», hasta que lo hace «y vemos que no eran llamadas de atención sino peticiones de ayuda».
Ha señalado que las personas que tienen ideación suicida son fundamentalmente personas que sufren y ven el suicidio como la única salida a esta situación, aunque «existen muchas más alternativas y eso es lo que hay que hacerles ver».
Asimismo ha instado a hablar sobre el suicidio, también en los medios de comunicación, que durante años lo han obviado para prevenir un efecto llamada, «lo que contrasta con la indicación de la OMS de que una de la medidas preventivas más potentes a nivel social es una información adecuada».
Las jornadas han sido inauguradas por el consejero de Sanidad y Política Social, José María Vergeles, quien ha informado de que el Servicio Extremeño de Salud pretende reducir la tasa de suicidios en esta región -80 casos al año- con la implantación del denominado Código Suicidio, para que la persona con esta ideación sea atendida por un recurso especializado en salud mental en menos de 72 horas.
El objetivo, ha apuntado, es reducir al menos en un diez por ciento la tasa de suicidio, tal y como ha marcado la OMS.