El protocolo impulsado por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) para prevenir y actuar ante el riesgo de suicidio se ha implantado ya en las áreas sanitarias del Nalón, Oviedo, Gijón y Avilés, por lo que da cobertura a 800.000 personas, el 80% de la población asturiana. Así lo ha informado la consejería, que ha indicado que el próximo mes se pondrá en marcha en el área VII (Mieres) y el objetivo es que esté plenamente operativo en toda la comunidad en marzo de 2019. Desde su aplicación en la cuenca del Nalón hace seis meses, ha permitido activar 40 alertas. Actualmente, los servicios de salud mental mantienen el seguimiento sobre diez personas, mientras que el resto ya han sido dadas de alta. Tanto los usuarios como los profesionales y las asociaciones de pacientes han mostrado su satisfacción por la implantación del protocolo. Este plan contribuye a mejorar la detección, la coordinación y los tiempos de intervención y pretende identificar de forma precoz a los pacientes con ideación, planificación o conducta suicida, lo que se conoce como comportamiento autolítico. Cuando se identifica una tentativa suicida en las urgencias de atención primaria y hospitalaria se opta, en función del riesgo, por derivar al paciente a su médico de familia o a los servicios de Salud Mental. Los datos muestran que el riesgo de repetición de un intento de suicidio, tras ser atendida la persona en los servicios hospitalarios de urgencias, es del 25%. Para evitarlo, resulta prioritaria la detección en este ámbito, con el fin de dar una respuesta que permita mantener un contacto activo y continuado con el paciente. Por otra parte, el Sespa sigue reforzando la dotación de psicólogos clínicos en la red de atención primaria. El Servicio de Salud puso en marcha en 2017 un programa pionero en España con la contratación de los dos primeros profesionales para este nivel asistencial, al que este año se han sumado otros dos. Además, está previsto que se incorporen dos más en 2019. Desde el Gobierno han dado a conocer estos datos aprovechando la celebración del Día Mundial de la Salud Mental,un problema que afectará a uno de cada cuatro asturianos a lo largo de su vida.