La preocupación por el aumento de los suicidios, que se consolidan como la primera causa de muerte no natural en Málaga, ha llevado al Ayuntamiento de la capital a crear una mesa intersectorial para trabajar en una misma dirección: la prevención. En torno a ella se sientan bomberos, profesionales sanitarios, profesores de la UMA, miembros de dos ONG que trabajan con personas en situación de riesgo (el Teléfono de la Esperanza y Justialegría) y policías locales. Precisamente, este último Cuerpo de Seguridad ha elaborado una radiografía exhaustiva de las conductas suicidas que han atendido sus agentes en la ciudad.
El estudio, que abarca desde 2011 hasta 2016, constata que los casos de autolisis han ido en aumento durante los últimos años y ofrece una foto fija, basada estrictamente en las estadísticas, de la incidencia de estas conductas por distritos y barrios. Así, el Centro es el que presenta una mayor tasa de suicidios y Palma-Palmilla, la más baja.
El informe policial, que va de 2011 a 2016, refleja un aumento del 47% de las conductas suicidas
El estudio incide en la prevención y aboga por formar al personal que atiende estos casos
Aunque abarca un periodo de seis años, el informe se divide en dos trienos y se centra exclusivamente en las conductas suicidas –consumadas o tentativas– de las que ha tenido conocimiento la Policía Local de Málaga a través del teléfono de emergencias 092.
Al segmentarse en trienos, el estudio permite observar la evolución de estos casos en la ciudad. En los primeros tres años, de 2011 a 2013, los policías locales realizaron 230 actuaciones, mientras que, en el segundo periodo, de 2014 a 2016, ascendieron a 340, lo que supone un aumento del 47,8%. También se aprecia un cambio de tendencia por sexos: los casos de autolisis descendieron entre los hombres y se incrementaron en las mujeres.
Meses del año
Como curiosidad, hay diferencias entre ambos sexos y las épocas del añodonde se presentaron estas conductas con más frecuencia. Entre los hombres, destacan agosto y septiembre como los meses con mayor número de casos de suicidios (o intentos), mientras que, entre las mujeres, sucedieron principalmente en noviembre y diciembre.
El perfil de edad es uno de los hallazgos más significativos del estudio. En el primer trienio, la mayoría de las víctimas (más del 90%) tenían entre 18 y 60 años, mientras que, en el segundo, el porcentaje descendió al 75%, lo que lleva a otra conclusión: «Hay un repunte significativo entre menores de edad y mayores de 60 años».
Otra de las conclusiones más relevantes del informe es la incidencia de las conductas suicidas por zonas de la capital. En el primer y en el segundo trienio destaca el distrito Centro, con un 26,2% y un 20,8%, respectivamente. Por el contrario, los índices más bajos durante los primeros tres años correspondieron a Palma-Palmilla, con un 2,86%. Si bien en el segundo periodo del estudio destacan Churriana y Puerto de la Torre con las menores tasas (3,81%), La Palmilla se sitúa justo detrás con un 4%. Si nos ceñimos solo a 2016, el último año investigado, fue Teatinos-Universidad el distrito con el porcentaje más bajo (3,21%)
A la vista de estas estadísticas, el estudio, realizado por el Observatorio de la Seguridad Local del Ayuntamiento de Málaga, concluyó que el suicidio es un «problema social importante» que no se conoce en toda su dimensión, ya que «muchos intentos no han trascendido por haberse resuelto exclusivamente en el entorno familiar o haber actuado otras instituciones».
El informe también recuerda las recomendaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que insiste en que, como los accidentes de tráfico, el suicidio se puede prevenir, pero se necesitan programas y políticas específicas. «El hecho de haberse creado (en Málaga capital) un Servicio de Prevención de Suicidios ya supone un avance importante en la búsqueda de soluciones para mitigar este problema». Para ello, el autor del estudio incide en la necesidad de formar al personal especializado en atender y detectar este tipo de conductas.
Como ayer publicó SUR, el suicidio se ha consolidado como la primera causa de muerte violenta en la provincia de Málaga. Casi la mitad de las 400 autopsias de esta etiología realizadas el año pasado en el Instituto de Medicina Legal (IML), situado en la Ciudad de la Justicia, revelaron como causa del fallecimiento la autolisis. No en vano, las 180 muertes por suicidios en 2017 triplican a las causadas por accidentes de tráfico (62).