Las tasas de suicidio aumentaron un 25% en Estados Unidos durante casi dos décadas hasta 2016, según una investigación publicada este jueves por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas inglés). Un total de 25 estados experimentaron un incremento en los suicidios de más del 30%, según el informe del Gobierno.
Más de la mitad de quienes murieron por suicidio no tenían diagnósticos de algún problema de salud mental, señaló la doctora Anne Schuchat, subdirectora principal de los CDC.
«Estos hallazgos son alarmantes. El suicidio es una de las 10 causas principales de muerte en EE.UU. en este momento, y es una de las tres causas que de hecho están aumentando recientemente, por lo que lo consideramos un problema de salud pública, y algo que está a nuestro alrededor», dijo Schuchat. Las otras dos causas principales de muerte que van en incremento son el Alzheimer y las sobredosis por drogas, aclaró.
Solo en 2016, cerca de 45.000 vidas se perdieron debido al suicidio. «Nuestros datos muestran que el problema está empeorando», insistió Schuchat.
Aumento en 49 estados
Con datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales para 50 estados y el Distrito de Columbia, los investigadores de los CDC analizaron las tasas de suicidio en personas de 10 años o mayores desde 1999 hasta 2016.
En general, Estados Unidos experimentó un aumento del 25% en la tasa de suicidios durante ese período, con diferencias en cada estado que van desde un aumento del 6% en Delaware hasta un aumento de casi el 58% en Dakota del Norte, registraron los investigadores.
Todos los estados excepto Nevada experimentaron un incremento. Y, aunque Nevada mostró una disminución del 1% en suicidios, su tasa sigue siendo alta, variando entre 21 y 23 suicidios por cada 100.000 habitantes durante los años estudiados, afirmaron los investigadores.
Montana contabilizó unos 29 suicidios por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta del país comparada con los siete suicidios por cada 100.000 personas del distrito de Columbia, que tiene el menor índice. En promedio, la nación vio a 15 que se suicidaron por cada 100.000 habitantes en 2016.
«El método más común fue el arma de fuego, seguido de ahorcamiento o asfixia y después el envenenamiento», reveló Schuchat. «Los opioides estuvieron presentes en el 31% de las personas que murieron por envenenamiento». También añadió que la intencionalidad es difícil de determinar cuando una persona muere por sobredosis.
Deborah Stone, autora principal del estudio y científica del comportamiento en los CDC, señaló este jueves: «Por lo general, vemos que las armas de fuego representan casi la mitad de todos los suicidios y eso tiende a ser bastante constante».
Schuchat destacó que los investigadores «se enfocaron en 27 estados donde tenemos datos extensos de las investigaciones respecto a la muerte para tratar de comprender los factores o circunstancias que condujeron al suicidio».
Estos datos, derivados del Sistema Nacional de Registro de Muertes Violentas, mostraron que el 54% de quienes se suicidaron en 2015 no tenían un trastorno de salud mental conocido. Analizando a fondo, los investigadores encontraron que múltiples circunstancias –incluida la pérdida de (o problemas en) una relación– tendían con más probabilidad a desencadenar el suicidio entre aquellos que no padecían enfermedades mentales.
Los factores económicos detrás del suicidio
La tendencia del área occidental a los elevados aumentos en las tasas de suicidio podría estar relacionada con el hecho de que las personas en las áreas rurales tienen menos acceso a los servicios, pues se benefician más lentamente de la recuperación económica que otras partes del país, explicó la investigadora.
«No tenemos todas las respuestas. Podrían ser muchos, pero sabemos que los factores económicos pueden incrementar el riesgo de suicidio y que el acceso limitado a servicios sociales y de atención también incrementarían el peligro», agregó.
Recientes informes gubernamentales han destacado el incremento de los índices de suicidio entre las mujeres. «El porcentaje de aumento fue mayor en las mujeres, pero es importante decir que los hombres tienen una tasa entre tres y cinco veces más alta que la de las mujeres», aclaró Schuchat. De manera que el índice de suicidio en las mujeres, está «aumentando pero a un nivel mucho, mucho más bajo» que el de los hombres.
Según la investigadora, los veteranos están «sobrerrepresentados» en el estudio, mientras que los mayores incrementos se registraron en adultos de mediana edad. «Creemos que este es un mensaje clave: no hay solo un grupo, son muchos los que están en riesgo», alertó Schuchat.
Datos alarmantes
K. Bryant Smalley, profesor de medicina comunitaria y psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad Mercer, describió los desafíos de atención en salud mental que experimentan los pacientes en áreas rurales: «disponibilidad, accesibilidad y aceptabilidad de la atención.
Smalley, quien no participó en esta investigación, señaló que alrededor del 85% de las áreas donde hay escasez de profesionales en salud mental designados por el gobierno federal son rurales. A ello se suma que se trata de zonas en las que los servicios de atención mental están muy estigmatizados.
El doctor Sandro Galea, decano y profesor Robert A. Knox de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, indicó que el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales es el «mejor sistema que tenemos para mantener registros en el país». Galea, quien tampoco participó en el nuevo estudio, agregó que por esta razón, la nueva investigación debe tomarse «muy en serio».
«Hay informes previos recientes que han demostrado que el suicidio es uno de los principales contribuyentes a una disminución en la esperanza de vida en este país, lo que lo hace aún más alarmante», dijo.
El investigador destacó que en el informe se deja claro que «no hay una sola causa para el suicidio» y agregó que la «disponibilidad de medios» hace posibles estas muertes. «Tener armas disponibles, por ejemplo, hace que sea más probable que uno lleve a cabo el suicidio, pero eso por sí solo no es una explicación de por qué el suicidio está incrementando», añadió Galea.
¿Te sientes mal?
Si sientes una angustia extrema y estás en Estados Unidos, puedes llamar al 1-800-273-8255, la línea del Servicio Nacional de Prevención del Suicidio, para hablar con alguien que te brindará apoyo gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Si deseas saber cómo ayudar a alguien en crisis, puedes llamar al mismo número.
Los CDC también recomienda sus propias políticas, programas y prácticas de prevención.
Shuchat señaló que hay pasos simples para cualquier persona puede que quiera ayudar a alguien en riesgo. «Comenzar una conversación, ayudar a mantenerlos seguros, ayudarlos a conectarse y luego darles seguimiento», dijo. «No creemos que todos los suicidios se puedan prevenir, pero muchos son prevenibles».